Algunos eventos que en su momento fueron noticia perduran en la memoria colectiva y se convierten en verdaderos símbolos en la mente de la humanidad. Por ejemplo, si hablamos de supervivencia, es imposible no mencionar el caso del avión que se estrelló en 1972 en la cordillera de los Andes con decenas de pasajeros a bordo, quienes para poder sobrevivir durante varios meses perdidos en la nieve, tuvieron que recurrir a actos de canibalismo, alimentándose de sus compañeros fallecidos. Este evento causó conmoción en todo el mundo.
La narrativa más lineal y realista de esta hazaña de supervivencia en condiciones extremas nos llega a través del libro "Alive" de Piers Paul Read. Con su escritura concisa y descriptiva, sin el uso de retórica innecesaria, podemos acceder a cada detalle de esta dramática aventura y llegar a comprender las decisiones de los protagonistas, sin caer en la tentación del juicio moral.
La historia de este incidente empieza con la organización de un vuelo desde Uruguay hacia Chile por parte del equipo de rugby Old Christians Club, para disputar un partido amistoso. A bordo de la aeronave, un Fairchild, subieron 40 pasajeros y 5 miembros de la tripulación. El vuelo se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en territorio argentino debido al mal tiempo en la cordillera. Después de unos días, se decidió reanudar el vuelo. Sin embargo, la montaña siempre juega malas pasadas, especialmente cuando se trata de cimas de 6 000 metros, como es el caso de los Andes. Una fuerte ráfaga de viento obligó a los pilotos a descender y calcular una nueva ruta para evitar una perturbación repentina en el horizonte. Nadie se esperaba lo que sucedería al poco tiempo. A pesar de las condiciones adversas, el destino estaba a menos de media hora de vuelo. Sin embargo, las ráfagas de aire posteriores hicieron descender aún más el avión hasta que desapareció entre las nubes, y en un abrir y cerrar de ojos, el ala derecha golpeó el suelo. Poco después, fue el turno del ala izquierda y de la cola. Algunas personas fueron succionadas con sus asientos hacia el exterior de la cabina, y finalmente, la aeronave se estrelló en medio de la nieve, deslizándose lo suficiente como para no desintegrarse y matar a todos los pasajeros. Los primeros en liberarse se encontraron frente a una escena de devastación: personas en estado de shock, gritos y pedidos de ayuda, y un paisaje desolador con temperaturas bajo cero. Las 33 personas sobrevivientes tuvieron que pensar de inmediato en cómo superar la primera noche.