Bank 4.0 recorre la evolución del mundo bancario y FinTech, y anticipa las tendencias. El banco debe salir de las paredes de las sucursales para volverse digital. Una dimensión en la que las empresas FinTech gestionan la gran parte de las operaciones bancarias en línea.
El sistema bancario actual ya no funciona. Si continúa enfocándose en mejorar el modelo de banco tradicional, su evolución se verá comprometida.
Los banqueros están tomando la dirección equivocada. La tecnología avanza a gran velocidad y dentro de nuestros teléfonos, dominando todos los procesos de nuestra vida. No es suficiente trasladar formularios a una página web para volverse digital. Un cliente que desea solicitar una hipoteca aún tiene que firmar en persona los formularios y además hacer el papeleo.
Esta forma de actuar, que se basa en el principio de "como siempre se ha hecho", implica obtener un resultado que mejora el modelo inicial, pero solo con pequeñas variaciones incrementales. Brett, el rey de la filosofía disruptiva, compara las redes de pagos actuales con la de los Caballeros Templarios del siglo XII. Para lograr nuevos negocios extraordinarios, es necesario reiniciar completamente. Empezar de cero.
Elon Musk creó SpaceX con el objetivo de aterrizar en Marte, no de volver a llevar personas a la Luna. Además, basó sus estudios en nuevos modelos de cohetes en lugar de mejorar los que ya se han construido en los últimos cincuenta años. De lo contrario, no habría aspirado a reducir los costes en órbita en un 90%.
Steve Jobs revolucionó la idea del teléfono inventando el iPhone. Imaginó un nuevo dispositivo que reuniera las funciones de un iPod, un navegador, aplicaciones multitarea y un teléfono. No intentó mejorar los modelos de Nokia y BlackBerry. De hecho, eliminó el teclado y lo reemplazó por una pantalla táctil.
Aplicar la teoría de los principios básicos implica ser un poco visionario y en el sector bancario no es diferente. Pronto realizaremos operaciones bancarias en todas partes, excepto en el banco, porque ya no necesitamos ir a un lugar físico. Ni siquiera para establecer una red y tratar de obtener más credibilidad ante aquellos que decidan otorgarnos una mejor tasa de interés.