El tema de la desigualdad siempre ha sido objeto de debate, y a pesar del compromiso de la humanidad (al menos de una parte de esta) que desde hace milenios ha querido erradicarla, nunca se ha podido crear una sociedad perfecta en todos sus aspectos.
Probablemente la utopía sea inalcanzable, pero también es cierto que, a lo largo de los siglos, ciertamente ha habido sociedades menos igualitarias en las que la brecha de bienestar, derechos y oportunidades no solo era profunda, sino que también se fomentaba. Estas dinámicas se justifican en gran medida con cuestiones ideológicas, que se convierten en discursos, y luego, en decisiones "políticas".
La investigación de Thomas Piketty se basa precisamente en la relación entre ideologías y desigualdad, y gracias a ello ha llegado a la conclusión de que los principales detonantes son la fe ciega en las fronteras y en la propiedad privada. Los regímenes de desigualdad siempre tienen estas características comunes, a pesar de que se estructuran de muchas formas, y podemos citar varios ejemplos de ello.
Los análisis del autor se basan en datos concretos sobre ingresos, censos y las principales herramientas de análisis de las teorías socioeconómicas. El punto de partida son las sociedades trifuncionales, es decir, las organizaciones no igualitarias más antiguas que puedan aportar datos válidos, pasando por su evolución hacia las sociedades propietarias más modernas, y el impacto de las políticas coloniales de las mismas en el resto del mundo. Luego, el autor identifica el período de principios del siglo XX, durante las guerras mundiales, como puntos de inflexión cuyo impacto histórico aún no se ha comprendido por completo y todavía no se ha resuelto. Finalmente, pasa por el período “feliz” de mediados del siglo pasado y llega al presente y sus contradicciones, un período que augura tiempos oscuros, pero que exige imaginar un nuevo futuro de redención. En los periodos históricos en los que hubo una lucha sincera y eficaz por la igualdad y la educación el progreso se aceleró, lo que mejoró las condiciones y expectativas de vida.
En el libro se toma como modelo de macrodinámica los desarrollos históricos de países como Francia o Estados Unidos, debido a la proximidad cultural y al impacto que tuvo Occidente en los siglos del colonialismo. Sin embargo, existen muchos casos de estudio ejemplares, como India, China, Rusia o Brasil, sin mencionar grupos humanos que no se reflejan en organizaciones políticas de carácter estatal.