Parecería absurdo siquiera pensarlo, pero hay una gran diferencia en cuanto al enfoque sobre la maternidad que tienen las estadounidenses y las francesas, y estas diferencias se vuelven evidentes al comparar ambas formas de crianza. La estadounidense es ansiosa, mientras que la francesa suele ser tranquila. Probablemente la mamá estadounidense ha leído cientos de libros sobre el tema para encontrar la receta perfecta, pero no ha logrado dar con la clave para afrontar el momento que representa la maternidad. Por su parte, la madre francesa tal vez ha leído un par de libros, tal vez no. Por un lado, pareciera que la madre estadounidense tiene que aprenderlo todo, y el hecho de no saberlo la hace sentir insuficiente e insegura; pero, por el otro la mamá francesa parece tener más seguridad en ella misma, nunca pierde la calma y sigue sonriendo.
Cuando Pamela Druckerman se mudó a París, tuvo que lidiar con esta diferencia objetiva, y así comenzó a investigar las causas para entender por qué razón las mujeres francesas parecen estar tan tranquilas, en comparación con las ansiosas madres estadounidenses.
A partir del análisis de la autora sobre la crianza en Francia, surgió una síntesis de 100 puntos clave, una especie de modelo a seguir, o cuando menos para inspirarse y vivir una vida más pacífica como progenitores.