La creatividad es difícil de definir como una cualidad abstracta y no medible. En general, cuando hablamos de una persona creativa, la asociamos con la idea de que es alguien original, fuera de lo común y con ideas curiosas o brillantes. Pero, en realidad esto solo representa una pequeña parte de lo que Csikszentmihalyi llama creatividad.
En su digresión, el autor parte de la descripción, es decir, trata de responder a la pregunta "¿qué es la creatividad?", y luego analiza la manera en que trabajan y viven las personas creativas. Al final de su razonamiento, da consejos sobre cómo ser más creativos en la vida cotidiana.
Según los datos que logró reunir el profesor, las personas creativas tienen el extraordinario poder de cambiar el entorno que les rodea porque logran repercutir en el mismo.
Por lo tanto, la creatividad se presenta como un elemento absolutamente necesario para vivir. Los momentos creativos son precisamente los que dan instantes de eternidad. Nos sentimos más vivos, más activos. Además, la mayoría de las cosas interesantes, importantes y estimulantes surgen de la creatividad.
El pensamiento colectivo tiende a asociar a las personas creativas con el éxito, los que comúnmente llamamos genios o aquellos que de alguna manera muestran que tienen aptitudes sorprendentes, pero en realidad esta es una definición parcial que deja fuera una parte importante del concepto de creatividad.
La creatividad se expresa a través de tres características diferentes. La primera, la originalidad, que es el significado más amplio, distingue a las personas por sus ideas poco usuales y que los demás ven como interesantes y estimulantes, y su presencia ilumina a quienes les rodean.
Luego está la mirada crítica con la que estas personas especiales ven el mundo. Son personas con una mirada fresca y profunda y pueden ver cosas que los demás no ven. Estas son personas valiosas para el mundo porque tienen la capacidad de incentivar a quienes les rodean con su creatividad única.
En cambio, la tercera definición tiene que ver con los llamados creativos por naturaleza. Son los artistas por excelencia, cuyo talento no se cuestiona. Sus logros se vuelven conocidos y son compartidos por todo el mundo. Se trata de grandes inventores como Thomas Edison o personalidades como Leonardo da Vinci, Pablo Picasso o Albert Einstein. Su aporte a la humanidad es tan grande que hizo que la cultura cambiara. Son personas que, desde un punto de vista personal, es mejor mantener a una cierta distancia, ya que la interacción con ellas se ve amenazada por la creatividad invasiva, solo se ocupan de su propio mundo y no le dan importancia a las cuestiones cotidianas.
El término creatividad suele ir acompañado de otros dos conceptos: talento y genialidad. En realidad son términos que tienen matices diferentes. El talento pone de manifiesto la habilidad innata para hacer algo. Pensemos, por ejemplo, en Michael Jordan o en Mozart, un músico y compositor, cuyos talentos se desarrollaron desde temprana edad. En realidad, la creatividad y el talento no siempre coinciden. Se puede ser creativo y no tener un talento particular, aunque muchos creativos también pueden tener talento.
El otro término que a menudo se usa de forma incorrecta es el de genialidad, ya que tendemos a asociar a un genio con una persona brillante que además es creativa. Pero esto no siempre es así. Hay personas ingeniosas que viven perfectamente solas, sin necesidad de los demás, y son todo menos brillantes.