Cada vez hay más libros y manuales en las librerías sobre la búsqueda de la felicidad. A lo largo de los años la oferta se ha multiplicado y esto ha llevado al nacimiento de un verdadero movimiento. Las personas están obsesionadas con la felicidad y están dispuestas a hacer cualquier cosa para lograrla.
Sin embargo, no es tan sencillo, ni su logro tan evidente.
De hecho, la felicidad es un concepto mucho más complejo de lo que pensamos. Lo que hacen muchos libros de autoayuda es proporcionar un camino, una receta mágica, una fórmula precisa. Lo que intentan transmitir es que la felicidad no solo es un objetivo que se puede lograr, sino que también está al alcance de todos con un simple pensamiento positivo.
Si fuera realmente tan sencillo, el mundo sería un lugar feliz y no sería necesario llenar las estanterías con tantos manuales. Evidentemente, el mundo está lleno de personas infelices que intentan encontrar una solución a su infelicidad leyendo, estudiando y aplicando los conceptos de estos manuales. Indudablemente la información que proporcionan siempre falla, porque no brindan el único dato capaz de hacer que todos den el salto hacia una vida feliz. Es como si estos pasos estuvieran incompletos y bloquearan el camino a nivel emocional y psicológico.
Según el escritor y periodista Burkeman, el problema radica precisamente en el planteamiento.
El pensamiento positivo descarta cualquier existencia de pensamiento negativo, y de esta manera se convierte en parte del problema. Si solo celebramos el pensamiento positivo y excluimos el pensamiento o la emoción negativa, que tal vez proviene del miedo a fracasar o equivocarse, nos estaremos alejando del resultado deseado. Como consecuencia, cuando nos enfrentamos a estas emociones negativas, somos incapaces de gestionarlas y abandonamos el camino de la felicidad.
Esta es la razón por la cual confiar solo en el pensamiento positivo es limitante. Si no aceptamos sentimientos como el miedo a la incertidumbre, el fracaso o la melancolía, estaremos alimentando los estados de ánimo de los que intentamos escapar, y por lo tanto estaremos más ansiosos, inseguros e infelices. El problema es que el número de libros de autoayuda está aumentando en todos los estantes.