Antes del descubrimiento de Australia, nuestros antepasados estaban convencidos de que todos los cisnes eran blancos. Luego, se dieron cuenta de que también existían cisnes negros. Una sola observación puede confutar una aserción general que se basa en miles de años de observaciones. El Cisne Negro es un evento que tiene tres carácteristicas:
- es un acontecimiento aislado, que no está incluido en el campo de las expectativas ordinarias;
- tiene un impacto enorme;
- es impredecible y ocasional, no se puede prever a priori, a pesar de esto, la naturaleza humana nos impulsa a legitimarlo a posteriori, para que sea explicable y predecible.
Incluso un evento altamente probable que no tiene lugar es un Cisne Negro. De hecho, un acontecimiento altamente improbable que ocurre equivale a uno altamente probable que no se produce.
El libro habla de nuestra ceguera ante la casualidad, las grandes desviaciones y la visión de conjunto de los eventos.
Lo sorprendente no es la relevancia de los errores de previsión, sino que no somos conscientes de ellos. La paradoja es que los especialistas expertos suelen ser los peores en prever los Cisnes Negros. Algo funcionó hasta que dejó de funcionar inesperadamente, y lo que hemos aprendido del pasado resulta ser, en el mejor de los casos, irrelevante y falso y, en el peor de los casos, peligrosamente engañoso.