Piel, cerebro, ojos, nariz, boca, garganta, corazón, sangre, esqueleto, pulmones, sistema digestivo. El cuerpo humano es un conjunto de órganos y sistemas que trabajan juntos y hacen que la vida sea posible. La unidad básica es la célula, a la cual somos capaces de observar y estudiar, pero no de replicar. Y aunque podamos encontrar los "ingredientes" para construir a un ser humano con relativa facilidad, somos incapaces de recrear el milagro de la vida. Algunos experimentos calcularon cuánto costaría crear un cuerpo. En 2013, la Royal Society of Chemistry estimó que, para recrear un ser humano utilizando como modelo al actor Benedict Cumberbatch, se necesitarían casi cien mil libras esterlinas. Un año antes se había hablado de apenas 168 dólares en un programa de televisión estadounidense. Más allá de esta diferencia abismal, aunque encontrar los elementos necesarios sería fácil (hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, carbono, selenio), lo difícil sería saber cómo combinarlos y convertirlos en un ser vivo que contiene siete billones de billones de átomos.
Todos los aspectos relacionados con el cuerpo humano se producen bajo las órdenes del ADN, que contiene las instrucciones genéticas para determinar nuestra apariencia física y crear las proteínas necesarias para cada proceso. Su tarea es duplicarse para producir más ADN y así pasar información de generación en generación. Para los que hoy vivimos y habitamos el planeta, es una cadena que nunca se ha interrumpido desde que aparecieron los seres humanos hace casi tres mil millones de años. Además, el ADN tiene dimensiones imperceptibles, pero si pudiéramos extender su contenido a cada célula del cuerpo humano, este cubriría la distancia que hay de la Tierra a Plutón.