El liderazgo no es una vocación innata ni una cuestión genética, por lo que cualquiera que piense que no tiene este don desde su nacimiento no está fuera del juego.
Una vez que se desmiente este falso mito, muchas personas piensan que, para convertirse en excelentes líderes, es importante haber adquirido experiencia previamente liderando a una o más personas. Esta premisa es parcialmente cierta, pero no es una condición esencial. La experiencia nos resultará útil en la medida en que hayamos aprendido de ella, y también es importante cuánto seremos capaces de aprender en el futuro.
Luego de más de 40 años de estudio sobre el tema, los dos autores nos animan, ya que cada uno de nosotros posee las habilidades para ser un líder, y quienes no las tienen, pueden adquirirlas y fortalecerlas con el tiempo. Por lo tanto, la verdadera pregunta que debemos hacernos es: “¿cómo puedo convertirme mañana en un mejor líder de lo que soy hoy?”.
La eficacia del liderazgo personal radica en nuestra conducta. Entrenar nuestras habilidades es un proceso, y será efectivo en la medida en que estemos impulsados por una fuerte motivación. Todo esto se basará en nuestros valores y en los de las demás personas que forman parte de nuestra organización, a quienes debemos conocer y tener en cuenta.
Los autores analizaron las respuestas de más de 5 millones de personas en todo el mundo que accedieron a responder su cuestionario. De esta forma, establecieron 10 comportamientos clave de un líder ejemplar, resumidos en las siguientes 5 Prácticas: mostrar el camino, inspirar una visión compartida, desafiar el proceso, empoderar a otros para actuar y animar el corazón.
Los 10 comportamientos analizados en los capítulos básicamente representan los compromisos que asume el líder, tanto consigo mismo como con las personas que forman parte de su organización, ya sea una sola o cien. Por tanto, este libro es un manual basado en casos de estudio y testimonios para ser consultado cuando sea necesario, sin que se tenga que seguir un orden cronológico en la lectura.
El aprendizaje que obtenemos de ello es que un líder, más que por definición, solo puede ser reconocido por sus colaboradores como un guía eficaz.