De acuerdo con el principio del efecto compuesto, el éxito depende de una serie de pequeñas decisiones inteligentes que tomamos a lo largo del tiempo. Otro ingrediente fundamental es la constancia, que es la virtud que impide que nos rindamos. En el momento, los cambios que generan estas pequeñas elecciones resultan tan imperceptibles que acabamos preguntándonos "¿quién me obliga a hacer esto?". Sin embargo, el resultado final es sorprendente. Para comprender mejor cómo funciona el efecto compuesto, pensemos en la diferencia entre elegir recibir tres millones de dólares en efectivo hoy, o una moneda de 1 centavo durante treinta y un días cuyo valor se duplicará cada día. La ambición nos diría que elijamos los tres millones de dólares en efectivo, pero, en realidad, la moneda es la mejor opción, y ahora veremos por qué. Después de cinco días, la moneda valdrá dieciséis centavos; después de 10 días, tendrá un valor de 5,12 dólares; y después de veinte días, la moneda habrá alcanzado un valor de 5243 dólares. Aún estamos lejos de los tres millones de dólares y quizás estemos empezando a dudar un poco acerca de nuestra elección. Pero aquí es donde entra en juego la coherencia. Los días pasarán, y cuando lleguemos al trigésimo primer día veremos que nuestra moneda vale más de diez millones de dólares. Al tener un crecimiento diario casi imperceptible, la moneda superó con creces los tres millones de dólares, pero solo nos dimos cuenta en los últimos días.
El efecto compuesto funciona exactamente de esa manera: muchos pequeños cambios conducen a un resultado final sorprendente. El efecto compuesto se puede aplicar a todos los ámbitos de la vida, desde las relaciones hasta la salud y las finanzas. Pero hay que tener cuidado, ya que puede actuar de manera positiva, sí, pero también negativa. Los malos hábitos crean un efecto dominó que puede arruinar nuestra vida.
El aspecto más delicado del efecto compuesto es que solo funciona si lo aplicamos de forma sistemática y a largo plazo. A cualquier persona le gustaría ver de inmediato los resultados de las acciones que lleva a cabo, especialmente cuando hay que hacer sacrificios. Pero el efecto compuesto solo da frutos si realizamos ejercicios diarios pequeños, banales y aburridos.