Para entender cómo las nuevas tecnologías influenciarán nuestra vida en el futuro inmediato, es importante entender el concepto de aceleración exponencial de la tecnología, que se refiere a cualquier tecnología que aumenta de poder y disminuye de precio de manera regular.
Este concepto se relaciona con la Ley de Moore, cuyo nombre proviene de Gordon Moore, el fundador de Intel; la ley explica cómo, por ejemplo, el teléfono inteligente que tenemos en el bolsillo es mil veces más pequeño, potente y económico que una supercomputadora de los años 70. En definitiva, hoy en día somos capaces de usar la tecnología que tenemos a disposición para construir tecnología aún más potente, creando un círculo de retroalimentación positiva que da impulso a la aceleración tecnológica. Esto vale para todas las nuevas tecnologías: computadora cuántica, inteligencia artificial, impresión 3D, robótica, nanotecnología, biotecnología, sensores, cadena de bloques, realidad aumentada, etcétera.
Cada una de estas tecnologías es muy potente, pero la verdadera potencia se da con la convergencia: es decir cuando dos o más de estas tecnologías que aceleran de manera exponencial convergen y se unen, creando sistemas totalmente disruptivos. Literalmente: el progreso se está produciendo a un ritmo que nunca habríamos podido imaginar, hasta el punto que no estamos preparados. ¿Por qué? Porque el cerebro humano se ha desarrollado en un ambiente local y lineal: local en el sentido de que casi todas las cosas con las que interaccionábamos estaban a menos de un día de camino de distancia; lineal en el sentido que el ritmo de cambio siempre ha sido excepcionalmente lento. Al contrario, hoy vivimos en un mundo global y exponencial; es decir, sabemos lo que está sucediendo en la otra parte del mundo solo pocos segundos más tarde, y la velocidad del desarrollo es desarmante. De hecho, en los próximos 100 años asistiremos a una transformación tecnológica superior respecto a la de los últimos dos mil años, con consecuencias tanto positivas como negativas. La mala noticia proviene de nuestra dificultad para adaptarnos al cambio: será fundamental nuestra capacidad de ser flexibles, visto que muchas personas tendrán que actualizarse y tal vez cambiar de lugar para no quedarse atrás en esta evolución.
La buena noticia es que detrás de esta capacitación hay un mundo: existirán decenas de oportunidades escondidas detrás de todas las nuevas tecnologías que se desarrollarán en los próximos años. Tristemente, las entidades que actualmente son más estáticas y tradicionales tendrán muchas dificultades para adaptarse: los gobiernos, el sistema escolar, las empresas más antiguas y otras instituciones de este tipo fueron creadas para un mundo en el que la estabilidad era la prioridad; un mundo que en breve ya no existirá. Así que, para todos será crucial entender qué es lo que nos espera a la vuelta de la esquina y ser lo suficientemente ágiles para adaptarnos rápidamente.
También es fundamental empezar a entender el funcionamiento de lo que nos depara el futuro. Todas las tecnologías que aceleran de manera exponencial, como hasta hace poco tiempo podían ser internet o los teléfonos inteligentes, tienen en común 6 “D”, es decir los elementos que caracterizan su desarrollo y ciclo de vida.
- Digitalización (Digitalization): una tecnología se hace exponencial cuando empieza a operar en el ámbito digital.
- Decepción (Deception): la tecnología crea muchas expectativas, pero no logra satisfacerlas y las personas pierden interés; el Bitcoin es un ejemplo de ello.
- Disrupción (Disruption): la tecnología empieza a tener un impacto sobre el mundo, influenciando o revolucionando los sistemas existentes en términos de productos, servicios, mercados e industrias.
- Desmonetización (Demonetization): el coste de la tecnología baja desmesuradamente, hasta llegar a ser irrelevante; por ejemplo, hace tiempo la fotografía era cara pero, desde que entró en la era digital, prácticamente ya no tiene un coste.
- Desmaterialización (Dematerialization): los productos resultantes de la tecnología no son materiales; cámaras de fotografía, GPS y calculadores desaparecen a causa de los teléfonos inteligentes, igual que Wikipedia ha desmaterializado la enciclopedia o iTunes ha desmaterializado las tiendas de música.
- Democratización (Democratization): con el aumento de la disponibilidad y la disminución de los costes, la tecnología se hace accesible a todos.