Los resultados de 20 años de estudios sobre los millonarios estadounidenses llevados a cabo por los autores Stanley y Danko, sacan a la luz dos hechos sorprendentes: el primero es que muchas personas que viven en los barrios de ricos y conducen autos caros, no son en realidad particularmente millonarias; el segundo, es que muchas familias con activos millonarios llevan una vida muy similar a la de personas de niveles económicos normales, viviendo en la misma casa durante décadas y conduciendo autos de segunda mano. Estos son calificados por los autores en su obra como vecinos millonarios.
Para entender estos casos debemos, en primer lugar, abandonar el preconcepto ligado a la figura imaginaria colectiva del millonario, asociada al estereotipo del gran derrochador rodeado de bienes de lujo: esta es en realidad una imagen creada por la televisión y la publicidad. Se observa incluso que tener ingresos económicos altos ligados a un estilo de vida caro y de alto nivel, hacen casi imposible llegar a ser verdaderamente rico. Por el contrario, la verdadera riqueza es a menudo el resultado directo del trabajo y el ahorro, y es completamente ajena al estilo de vida desenfrenado.
El perfil del millonario de la puerta de al lado corresponde generalmente al de una persona de mediana edad que vive sin gastar para presumir y que ha trabajado duro toda su vida en su pequeño negocio familiar. Se trata generalmente de millonarios de primera generación, ligados a sus familias, que han vivido siempre en la misma ciudad y que, por lo general, hacen del ahorro un hábito casi compulsivo.
Lo interesante es que en estos estudios no se destacan diferencias de gran relevancia entre los millonarios de la puerta de al lado y las personas que poseen patrimonios promedio y, sobretodo, se determina que su riqueza puede ser alcanzada fácilmente en un solo salto generacional siguiendo determinados comportamientos, reglas y consejos.
Esta investigación ha puesto en evidencia rasgos comunes interesantes en los hábitos y características de los millonarios la puerta de de al lado, como son:
- Llevan un estilo de vida por debajo de sus posibilidades reales;
- administran su dinero y energía de manera eficiente con el fin de generar más riqueza;
- creen que la independencia financiera es más importante que hacer alarde de la propia riqueza;
- no tuvieron ayuda financiera de sus familias de origen;
- sus hijos crecen y se convierten en adultos económicamente independientes.
Seguir estas reglas e intentar interiorizar estas características en cada uno de nosotros puede ayudarnos a alcanzar la independencia económica y, sobretodo, una vejez feliz y sin preocupaciones financieras.