La gestión del tiempo es un elemento que puede determinar el éxito o el fracaso de un negocio a mediano y largo plazo. Muchos emprendedores trabajan durante largas jornadas interminables, tampoco se desconectan cuando están de vacaciones y viven con la sensación de que el tiempo nunca alcanza. Sin embargo, y a pesar de todos sus esfuerzos, su negocio está estancado sin posibilidad de crecimiento, o peor aún, genera pérdidas.
En poco tiempo trabajar duro se vuelve un hábito del que es difícil escapar, y es así que responder llamadas telefónicas, gestionar correos electrónicos y administrar todos los aspectos de nuestro negocio alimenta la ilusión de que es la única forma de encontrar más clientes y producir más. De esta manera, sacar el máximo provecho de los recursos, incluido uno mismo, se vuelve una forma de vida.
La productividad es un mito, pero también una trampa en la que entran en juego factores psicológicos. Cualquiera que esté en una espiral en la que el único objetivo es sobrevivir se encuentra en la misma condición que un hámster que hace girar su rueda. Para entender mejor este concepto, podemos pensar en los emprendedores que se encargan de cualquier cosa que sea urgente, y así tener la satisfacción momentánea de haber resuelto un problema. Esto es una trampa, porque creemos que si actuamos de esta manera estamos siendo proactivos, pero en realidad solo estamos reaccionando a situaciones externas.
Lo que tenemos que hacer es buscar una organización eficiente. No se trata de trabajar duro, sino de manera más inteligente en un contexto en el que todos los recursos están en armonía y cada persona tiene un papel que potencia su talento. Hacer que un negocio funcione como un engranaje significa que debemos buscar la manera de lograr una mayor eficiencia en cada proceso (no la productividad general) y también aprender a delegar ciertas tareas. Solo así podremos vivir cada día de manera consciente y dedicarle tiempo a todo lo que sacrificamos por el trabajo duro, como los seres queridos, la familia y los momentos para uno mismo.