Taiichi Ohno nació en 1912 en Manchuria y pasó 45 años trabajando al servicio de la familia Toyoda. Entró en la empresa en 1932 como empleado de la rama textil y luego fue transferido al sector automovilístico en 1939. Se graduó en ingeniería mecánica, pero su verdadera formación tuvo lugar mientras trabajaba en el área de producción, en estrecha colaboración con la fábrica. Ohno es considerado el padre del sistema de producción Toyota, una nueva manera de entender la producción como un proceso fluido, constante y continuo, que elimina cualquier derroche, ya sea en la creación de componentes no necesarios, como en la realización de trabajo superfluo. Para llegar hasta aquí, Taiichi Ohno desafió las reglas del pasado y replanteó completamente el proceso productivo convirtiéndolo en lo que él mismo definió como “la revolución de la conciencia”. La nueva sociedad industrial tiene que tener el coraje para abandonar la mentalidad de las existencias y del exceso de producción. Ahora lo más importante es evitar cualquier derroche y producir sólo lo que es necesario y en el momento adecuado. El sistema de producción masivo americano no se adapta más a la realidad actual; producir un número limitado de modelos en grandes cantidades no parece ser la opción más sostenible. La revolución que propone Toyota puede parecer contradictoria: reducir los costes produciendo muchos modelos diferentes, pero en número limitado.