Imaginemos esta situación: una central nuclear tiene problemas técnicos que reducen su eficiencia. Los científicos e ingenieros que trabajan allí no logran detectar el origen de esos problemas, por lo que deciden contratar a uno de los principales expertos del mundo en el tema. El experto llega a la planta y comienza a recorrerla en busca del problema, hasta que con un marcador negro dibuja una gran X en un punto específico de una máquina.
Después de eso, los trabajadores ajustan la pieza marcada con mucha precisión y de repente la planta vuelve a funcionar con la eficiencia esperada. Unos días más tarde, el gerente de la planta recibe la factura del consultor, quien pide 10,000 dólares por sus servicios. El gerente está sorprendido: ¿10,000 dólares por poner una simple X? Pero ante las protestas del gerente, el experto explica que su tarifa se distribuye de la siguiente manera: "1 dólar por poner la X en la máquina y 9.999 dólares por saber dónde ponerla".
Esta simple historia es esencial para entender que lo más importante para lograr el éxito en la vida y en el trabajo es saber dónde colocar la X: el secreto de las personas exitosas reside en su capacidad de identificar su punto de enfoque, ese algo único en la cual deben enfocarse para lograr resultados exponenciales.