¿Por qué algunas personas trabajan mejor que otras? Esta pregunta representa el punto de partida de una investigación que se llevó a cabo a lo largo de cinco años, sobre la base de un análisis estadístico sin precedentes, sobre más de 5.000 gerentes y empleados seleccionados entre una amplia gama de trabajos, funciones y sectores. La respuesta revierte la creencia generalizada conforme a la cual para obtener grandes resultados es necesario tener un talento natural, mucha suerte y sobre todo trabajar duro; esta investigación ha demostrado, por el contrario, que los top performers no trabajan más, sino que trabajan de forma más inteligente.
El resultado de la investigación llevó a la identificación de siete prácticas fundamentales para la consecución de altos rendimientos.
Trabajar smarter significa aplicar estos siete factores fundamentales:
- Seleccionar una pequeña serie de prioridades y realizar enormes esfuerzos en las áreas seleccionadas (restringir y profundizar el ámbito del trabajo).
- Centrarse en la creación de valor, no solo en la consecución de objetivos inmediatos (targeting).
- Evitar las repeticiones sin sentido en favor de un entrenamiento mejor de las capacidades (aprendizaje de calidad).
- Buscar funciones que lleven a coincidir la pasión de uno mismo con el sentido de un objetivo (motivación interior).
- Poner en marcha tácticas para influir en los demás y obtener su apoyo (advocacy).
- Eliminar las reuniones innecesarias y asegurarse de que las que son realmente necesarias favorecen unos debates intensos y fructíferos (trabajo en equipo riguroso).
- Elegir detenidamente los proyectos intersectoriales en los que es conveniente implicarse y rechazar los que resultan menos productivos (colaboración disciplinada).