En los últimos diez años el mundo ha cambiado. El progreso y la digitalización han acelerado los cambios sociales y económicos hasta tal punto que muchos de los mandatos en los que se basan nuestros hábitos se han vuelto irreconocibles, obsoletos o inútiles. En este contexto, también los conceptos de riqueza y éxito y las formas de obtenerlos han cambiado. Pero hay un problema. Siguen enseñándonos las mismas reglas para ser ricos y exitosos, a pesar de que está claro que dejaron de funcionar hace mucho tiempo.
A un mundo nuevo le corresponden nuevas reglas. Quienes entienden esto y saben cómo destacarse del resto pueden tener más éxito con mayor rapidez y facilidad. Es por eso que, si miramos a nuestro alrededor y echamos un vistazo en las redes sociales nos encontramos con un nuevo grupo de personas que parecen llevar una vida de millonarios pero no tienen grandes fortunas familiares ni trabajaron durante décadas en puestos prestigiosos. Por el contrario, muchos de ellos son muy jóvenes (incluso algunos dejaron la escuela antes de terminarla) y nunca en su vida pusieron un pie en una oficina.
Pero aquí no hay ningún secreto. Estos son los nuevos ricos, una generación que impuso nuevas reglas rompiendo las antiguas, y de esta manera aprovechó las oportunidades de la era económica que estamos viviendo. Dicho así puede parecer una hazaña compleja, lograda gracias a la planificación, los cálculos y las privaciones económicas, pero una vez que cambiamos nuestra mentalidad y reunimos el coraje para lanzarnos a explotar las ventajas del nuevo panorama económico y social, se genera un círculo virtuoso que nos lleva cada vez más arriba. La buena noticia es que, para generarlo, muchas veces no necesitamos grandes inversiones o un patrimonio que nos respalde. Si jugamos bien nuestras cartas, podremos vivir como millonarios, incluso si tenemos poco dinero en el banco.
Después de todo, una de las tendencias más asombrosas de la vida es también una de las más simples. Hay un dicho en inglés que dice fake it until you make it, es decir, finge hasta que lo logres. Si vives y te comportas como un millonario, otros empezarán a tratarte como tal, y después de un tiempo descubrirás que tienes más oportunidades que antes y que realmente estás en el camino correcto para convertirte en uno.
Por supuesto que para convertirse en un nuevo rico no basta con fingir. También se requieren acciones y estrategias muy concretas para que una pequeña inversión nos dé el impulso para lograr cambiar nuestra vida. El autor también es el presentador del podcast The top entrepreneurs, en el que entrevista y revela los secretos de las mejores mentes del mercado contemporáneo y los nuevos ricos. Por esta razón ha podido estudiar de cerca una gran cantidad de casos exitosos y ha encontrado algunos patrones recurrentes en cada uno de ellos, y los siguió para convertirse en millonario.
Por lo tanto, se puede afirmar que hay algunas características comunes en las historias de muchos nuevos ricos y emprendedores de éxito. Son personas que: supieron explotar la economía colaborativa y las relaciones sociales para lograr objetivos económicos y alcanzar un estilo de vida; invierten de una manera inusual y poco convencional; crean, compran y venden empresas en el momento indicado; pero, sobre todo, han sabido armarse de valor y romper las cuatro reglas que nos enseñan a todos, a pesar de que estén obsoletas.