La psicóloga Nicole LePera desarrolló la idea de la psicología holística a partir de su experiencia con los pacientes y de su proceso personal. La autora quiso combinar la salud mental con el bienestar corporal, ya que está convencida de que ninguna terapia puede tener en cuenta solo un aspecto. De hecho, muchos estudios han demostrado que la mente influye en el cuerpo, y viceversa. El cambio que propone la psicología holística es manejable y duradero, ya que tomamos las riendas de nuestro bienestar para mejorar y sanar rompiendo malos hábitos e identificando los patrones que caracterizan nuestra existencia. Es un auténtico despertar.
Muchos aspectos de nuestra vida se pueden controlar. De hecho, el determinismo genético no es una verdad absoluta ya que el entorno influye en la expresión o represión de los genes, y lo mismo sucede con nuestro comportamiento. En el determinismo genético no se hace alusión al papel de la familia, el trauma y el contexto general, pero estos elementos son de gran importancia. El nuevo paradigma de la epigenética describe mejor la realidad, ya que les otorga al impacto del ambiente y de las experiencias cotidianas el lugar que merecen en lo que respecta a nuestra salud. Gracias a esta nueva visión, podemos participar activamente en nuestra sanación y cuidar de nuestro bienestar. También hay estudios que ponen en evidencia que no solo nos afecta lo que vivimos en persona, sino también las experiencias de nuestros antepasados: padres, abuelos y bisabuelos. Obviamente, no podemos cambiar las condiciones en las que vivían estas personas ni tampoco el entorno en el que nacimos y crecimos, pero sí podemos conectarnos con nuestro niño interior para sanar sus heridas y traumas de la infancia, y encontrar así nuestro auténtico Ser.