Ser ricos representa un estatus muy codiciado. ¿Quién no ha soñado, al menos una vez en la vida, tener tanta disponibilidad económica que puede permitirse cualquier capricho? Cuando soñamos despiertos, nos imaginamos que ya somos ricos y que hemos cumplido nuestros objetivos.
En cambio, la realidad es muy diferente de la imaginación y hacerse rico puede llegar a ser la proeza más difícil del mundo.
Ningún manual tiene la receta perfecta. Encontrar el ingrediente secreto representa un desafío al mismo nivel que el de la búsqueda del Santo Grial. De hecho, todos somos diferentes y por esta razón el recorrido para llegar a la riqueza cambia según la persona. Aunque no podemos generalizar una serie de reglas eficaces al 100%, podemos identificar algunas variables recurrentes para aumentar las posibilidades de hacernos ricos.
De hecho, Felix Dennis no pretendía darnos la lista definitiva para hacernos ricos, sino reunir algunos consejos prácticos y reflexiones útiles para empezar a pensar en ello seriamente. Lo que debemos entender es la actitud adecuada que hay que tener hacia el dinero ya que este último representa el poder, y es de por sí un afrodisíaco que nos convierte en esclavos. Según Dennis, quien busca la riqueza debería pensar en la trayectoria y no en el objetivo, es decir en la acción de “ganar dinero” y no tanto al dinero en sí.
En el libro, Dennis revela que tiene 5 casas repartidas por el mundo, 3 fincas, autos de lujo y la posibilidad de alquilar aviones privados cuando lo necesita. También explica que es un amante del arte refinado y los libros antiguos; es un coleccionista de primeras ediciones, estatuas de bronce para el jardín y vino de excelente calidad.
Dennis confesó que tenía deudas, ya que son una manera para reducir la renta y pagar menos impuestos.
Está claro que la suerte cuenta pero detrás del juego de quien está destinado a hacerse rico hay mucho trabajo y sacrificio. Consiste en un trabajo sobre uno mismo, para desentrañar las motivaciones profundas, alimentar la autoconsciencia y estimular la autoestima.
Sin dedicación profunda hacia el exterior, desaparecen incluso las más pequeñas posibilidades de lograrlo. El único secreto, si queremos llamarlo así, se encuentra en la acción.
Esperar a que nos llegue la inspiración o el momento adecuado es contraproducente. Es necesario entrar en el juego lo antes posible para transformar una simple idea en un proyecto concreto.
Convertirnos en millonarios es una hazaña casi imposible, pero de vez en cuando algunos lo logran.