"Trabajar como locos" parece haberse convertido en la nueva normalidad para muchos. Por un lado, los días en la oficina están cada vez más fragmentados debido a las constantes distracciones e interrupciones, tanto físicas como virtuales; por otro lado, existe una obsesión colectiva y malsana por el crecimiento a toda costa, que impone expectativas enormes y a menudo poco realistas en las personas. Así es como la vida se reduce al poco tiempo que queda fuera del trabajo. Sin embargo, el agotamiento constante no es una insignia de honor, sino más bien un signo de estupidez, ya que las personas trabajan a un ritmo cada vez más loco y obtienen menos resultados.
El problema no se resuelve con más horas de trabajo sino perdiendo menos tiempo, con menos distracciones y menos ansiedad: ha llegado el momento de dejar de glorificar el trabajar como locos. Contrariamente a los estándares del mundo empresarial, los autores de este libro – fundadores de Basecamp, una aplicación basada en el cloud que ayuda a las empresas a organizar los proyectos y las comunicaciones internas – se esfuerzan intencionadamente día tras día para hacer que su empresa sea "tranquila", y no se vea afectada por la prisa y el estrés. Esto lo llevan haciendo desde hace más de veinte años, manteniendo siempre un negocio rentable.
Por eso decidieron contar las decisiones que tomaron y sus motivaciones, demostrando que una empresa "tranquila" está al alcance de todos. La base es la suposición de que, para un empresario, una empresa es el primero de sus productos, y así como sucede durante el desarrollo de un producto, el progreso de la empresa se logra a través de la iteración: si quieres mejorar tienes que perfeccionar, revisar y repetir constantemente. Sin embargo, son muy pocas las empresas que aplican este proceso a la propia realidad empresarial: la mayoría continúa repitiendo las prácticas establecidas, incluso cuando es evidente que algo va mal. Pensar en la empresa como un producto nos lleva a plantearnos varias preguntas: como, por ejemplo, ¿tienen claro los empleados cómo funciona la empresa? ¿Es la empresa user-friendly (fácil de usar)? Al igual que el software, una empresa debe ser funcional y útil. Probablemente tendrá bugs (errores), bloqueos debido a un mal diseño de organización o descuidos culturales, y solo prestando atención se podrán arreglar. Cuando empiezas a pensar en tu empresa como un producto constantemente maleable, surgen muchas nuevas posibilidades de mejora. Tienes que seguir preguntándote si la forma en que trabajas hoy es la forma en que quisieras trabajar dentro de diez, veinte o treinta años: de lo contrario, ahora es el momento de hacer un cambio, no "más tarde".