La Guerra del Arte

Existe la creencia generalizada de que un artista crea sus obras porque tiene talento. Quienes no pueden iniciar un camino creativo, terminar un cuadro o una escultura, escribir un libro o componer música, no poseen talento. Sin embargo, esto no es así. La diferencia entre una persona que respondió a su llamado, que siguió su vocación y concluyó una o más obras, y otra que no lo hizo o que ni siquiera lo intentó es que la primera logró vencer la Resistencia y la segunda, no. Una de las dos se sentó todos los días en su lugar y puso un punto final al último capítulo que escribió, o pintó la última pincelada en el lienzo.

Sea cual sea el evento, cada batalla creativa es una dura confrontación con un resultado incierto en la que nos medimos con la fuerza más poderosa y destructiva que podemos experimentar: la Resistencia. Para ello debemos aprender a conocerla y a comprender los mecanismos con los que opera. Solo así podremos seguir nuestro camino y lograr nuestros objetivos, ya sea escribir el guión que queremos desde hace tiempo, empezar a practicar yoga o ser voluntarios en alguna asociación. La Resistencia contrarresta todo lo que eleva el espíritu, mejora la parte física y es inherente a nuestro propósito en la vida. La experimentamos cada vez que tenemos que hacer algo que implique exigencia física, moral e intelectual.