En La maldición de la nuez moscada Amitav Ghosh reflexiona sobre la crisis climática a través de una serie de parábolas, las cuales se entrelazan en un hilo conductor que permite construir una línea histórica sobre las causas y efectos de la contaminación ambiental.
Este hilo conductor encuentra un terreno fértil en el árbol de la nuez moscada,y a partir de ahí el autor ramifica una serie de reflexiones y parábolas sobre la crisis de nuestro planeta.
Esta historia tiene como protagonistas a las islas de Banda y la nuez moscada. El lugar era famoso por su riqueza en mirísticas y especias muy apreciadas, pero la historia de la isla, aunque poco conocida, debe su importancia a la caída de una lámpara.
Matjin Sonck, un funcionario holandés, percibió esto como un presagio de un ataque sorpresa por parte de los bandaneses para defender a su Madre tierra de las injusticias. La caída de la lámpara es una representación simbólica de la ira de sus habitantes y marcó el inicio de un exterminio total.
Todo el territorio fue arrasado, luego de que se quemaran las aldeas con la técnica del brandschatting, que ya había sido utilizada durante la Guerra de los Treinta Años. Los ancianos de la isla fueron masacrados injustamente porque habían sido acusados de conspirar en un potencial ataque sorpresa, anunciado por la lámpara.
El 6 de mayo de 1621, el general Coen informó a sus superiores que el territorio de Nutmeg había sido destruido.
La historia de este pueblo retoma el hilo conductor desde el imperialismo hasta nuestros días. Esto se debe a que el progreso tiende a anular el vínculo entre el ser humano y la naturaleza, el cual es indisoluble.
Si analizamos la nuez moscada en el contexto actual, veremos que la humanidad depende cada vez más de la Tierra, ya que sus productos, como por ejemplo, los combustibles fósiles, son necesarios para su sustento.