Durante décadas, el tema de la igualdad ha sido el centro de numerosos debates, y el movimiento feminista ha sacado a la luz la necesidad de tratar a las mujeres igual que a los hombres. Sin embargo, la transición de las palabras a las acciones, de las intenciones a los hechos, es lenta y a veces hasta es impedida. El resultado es que siguen siendo los hombres los que gobiernan y dirigen el mundo. Las mujeres que se sientan al lado de los hombres y que han tenido acceso a posiciones de prestigio, son una minoría demasiado débil para invertir la tendencia.
Incluso hay países en los que a las mujeres no se les conceden derechos inalienables y fundamentales. Por lo tanto, todavía queda mucho trabajo por hacer para garantizar que la promesa de equidad se traduzca en equidad real.
Hay que luchar contra prejuicios y contra la menor consideración por las capacidades reales de las mujeres. Por ejemplo, que una mujer tarde o temprano tiene que lidiar con la maternidad, o el pretexto de que son más emocionales.
Los salarios de hombres y mujeres que tienen las mismas responsabilidades son diferentes. Los legados antiguos todavía nos hacen pensar que el matrimonio debe ser la prioridad en la vida de una mujer y el paso necesario para establecer una vida feliz y productiva. A las mujeres todavía se les confía la responsabilidad casi exclusiva del cuidado de los niños y del hogar. Cuando una mujer declara que está esperando un bebé, a las “felicitaciones” se les suma la pregunta "¿y ahora cómo vas a compaginar las dos cosas?", subrayando la imposibilidad de conciliar trabajo y familia.
Por otro lado, una mujer que elige una carrera muchas veces está mal vista y señalada como una arribista, egoísta y despiadada.
El tema es complejo, pero sigue siendo relevante por la necesidad de contrarrestar una tendencia que penaliza a las mujeres.
Si todos juntos, hombres, mujeres y empresas, intentasen ser más sensibles, comprometiéndose a garantizar que cada vez más mujeres ocupen puestos clave, la sociedad sería más justa. Tener más mujeres como líderes significa dar cabida a diferentes puntos de vista, mejorando las condiciones de todas las mujeres y escuchando sus necesidades.