Fundada en 1892 por Thomas Edison, J.P. Morgan y otros socios, General Electric es una de las empresas fundadoras del índice bursátil Dow Jones Industrial Average, y es la única sociedad que continúa formando parte del índice desde su creación después de más de 110 años. Primera empresa productora de energía y material eléctrico de los Estados Unidos, la GE electrificó todo el país, alimentando cualquier cosa, desde bombillas hasta turbinas, y se integró en la mentalidad de la sociedad estadounidense como pocas empresas lo han logrado. Durante generaciones, GE fue sinónimo de seguridad laboral, inversiones sólidas y una formación de élite para los dirigentes. Empezó como una simple sociedad, y luego se convirtió en un verdadero coloso mundial.
Después de dos décadas de liderazgo bajo el mando del legendario CEO Jack Welch, la GE entró en el siglo XXI como la sociedad más valiosa de Estados Unidos y el Gold Standard de la credibilidad, con un valor de 600 mil millones de dólares en el año 2000. Tenía intereses en múltiples sectores como el de los medios de comunicación, la industria del plástico, los sectores aeroespacial y de la energía, el mundo digital y los servicios financieros. Para muchos, la GE era la empresa mejor gestionada a nivel internacional y Jack Welch el mejor CEO del siglo XX. Sin embargo, después de menos de veinte años, la antigua GE desapareció.
A partir de la salida de Jack Welch el mes de septiembre de 2001 y su sustitución con el sucesor que él mismo eligió, Jeff Immelt, la empresa empezó un dramático declive. La caída precipitada de la capitalización de mercado de la GE la llevó de su valor pico en el 2000 hasta un valor de aproximadamente 55 mil millones de dólares, lo que significa una pérdida del 90% en dos décadas. La caída de la GE fue un caso emblemático de mala gestión de una actividad excesivamente compleja.