Marie Salomea Sklodowska, conocida por todos como Marie Curie (el apellido lo tomó de su marido), nació en Varsovia el 7 de noviembre de 1867, quinta y última hija de su familia, en el antiguo Reino de Polonia, que aún formaba parte del Imperio Ruso. En aquellos tiempos, su padre enseñaba matemáticas y física y dirigía dos escuelas secundarias para chicos en Varsovia. Sin embargo, después de que las autoridades rusas eliminaran las actividades de laboratorio del sistema de instrucción de las escuelas polacas, decidió llevarse a casa la mayoría de los instrumentos y enseñar a sus hijos cómo utilizarlos: probablemente, esto fue una gran contribución para la futura científica Marie Curie.
Más adelante, despidieron a su padre a causa de sus posiciones filo-polacas y además lo obligaron a realizar trabajos con baja remuneración. En cambio, la madre de Marie dirigía un prestigioso colegio femenino de Varsovia, pero dimitió de su cargo después del nacimiento de su última hija. Lamentablemente murió de tuberculosis el mes de mayo de 1878, solo tres años después de la muerte de Zofia, la hermana mayor de Marie. A partir de los once años, Marie tuvo que seguir adelante con su vida sin su madre.
Cuando tenía diez años, la futura científica polaca fue al colegio J. Sikorska y luego al instituto para chicas, en el que se graduó con honores en 1883. Después de una posible depresión, pasó el año siguiente en el campo con algunos parientes de su padre y en 1885 estuvo con su padre en Varsovia.
Ya que no podía inscribirse a un instituto superior porque era mujer, ella y su hermana Bronislawa participaron en el proyecto de la “Universidad Volante” de Varsovia, una institución clandestina y patriótica polaca de educación superior que admitía también a estudiantes mujeres. Sucesivamente Marie obtuvo un encargo de institutriz, primero en Varsovia y luego en Szczuki, para la familia de los Zorawski, que eran parientes de su padre. Mientras trabajaba para ellos, se enamoró de su hijo Kazimierz, pero los Zorawski se opusieron al matrimonio, y por lo tanto no se realizó.
Al inicio de 1890, su hermana Bronislawa la invitó a mudarse con ella a París. Marie consiguió llegar a la capital un año y medio más tarde, después de haber conseguido recaudar los fondos suficientes para poderse permitir la inscripción universitaria, pero mientras tanto continuó estudiando autónomamente, empezando su formación científica práctica en un laboratorio químico en el Museo de Industria y Agricultura de Varsovia.