Deseamos ser más productivos, pero la productividad no siempre es la clave de una vida feliz y eficiente; a menudo, más bien se trata simplemente de hacer las cosas que los demás quieren que hagamos, pero más rápido. El objetivo de los autores es proporcionar un sistema, llamado precisamente Make Time, que nos ayude a encontrar tiempo dentro de nuestras jornadas y dedicarlo a lo que es más importante para nosotros: es aquí que se encuentra el secreto de una vida plena.
La idea básica del libro es empezar a sentirnos menos atareados, menos distraídos por mil ocupaciones, y más presentes en lo que hacemos cada día. ¿Por qué es tan difícil lograrlo? Porque, en nuestro siglo y en el tipo de sociedad en que vivimos, existen dos fuerzas que influyen en nuestro tiempo y nuestra capacidad de concentración. Una es el Busy Bandwagon: la moda según la cual, si queremos adaptarnos bien y que nos aprecien en esta sociedad, debemos demostrar que somos súper productivos y eficientes, que nunca perdemos una oportunidad y que sabemos llenar la agenda de muchas tareas y actividades.
La segunda es el Infinity Pool, es decir cualquier cosa cuyo uso puede durar virtualmente hasta el infinito, como aplicaciones, redes sociales, correos electrónicos, series de televisión en contínuo, y así sucesivamente; estos contenidos siempre nuevos y siempre disponibles, a los que estamos constantemente expuestos, nos hacen caer en un torbellino de distracción fuera de control que consideramos en cierta forma el premio justo después del enésimo día lleno de ocupaciones. Ambas fuerzas son muy poderosas ya que se han convertido en la “configuración por defecto” de nuestra vida cotidiana, a la que todos estamos acostumbrados.
Por definición, la configuración por defecto es la que otras personas definen por nosotros y que nos resulta más fácil y cómoda de seguir; modificarla es posible pero requiere energía y fuerza de voluntad, por lo que muchas personas acaban conformándose y acostumbrándose. De hecho, en este caso la fuerza de voluntad no es suficiente: Busy Bandwagon e Infinity Pool son fuerzas demasiado potentes, creadas a propósito para agotarnos y distraernos en un ciclo continuo e infinito —los dos autores, que trabajaron para Gmail y YouTube respectivamente, saben muy bien hasta qué punto ciertas herramientas han sido creadas para que los usuarios las utilicen la mayor cantidad de tiempo posible. Lo que se necesita es más bien una acción concreta que nos permita modificar la configuración por defecto de una vez por todas, para recuperar nuestro propio tiempo, utilizarlo de manera intencionada y poder elegir siempre en qué queremos concentrarnos.
Según los autores, la acción concreta que debemos emprender es precisamente el Make Time: una serie de tácticas, creadas a partir de numerosos estudios y experimentos en el campo, que debemos elegir, probar y repetir para crear un sistema que se adapte a nuestras exigencias personales cotidianas. Antes de ver las tácticas y empezar a probarlas, es importante tener presente una cosa: incluso la búsqueda de la perfección es una forma de distracción, porque hace que nos concentremos en algo que es imposible de obtener; no tiene sentido intentar ser perfectamente productivos, estar completamente concentrados y descansados cada día, porque es imposible que nuestra vida, con todas sus exigencias y su imprevisibilidad, nos lo permita. Es mejor comprometernos a hacer las cosas lo mejor posible con las ganas de experimentar diferentes tácticas y encontrar el estilo de vida que más nos conviene, siempre con la voluntad de alejarnos de esa configuración por defecto que nos quiere ocupados y distraídos, mientras nos roba nuestro tiempo.