Hoy en día, pensamos que la felicidad se origina en nuestro interior, que nuestro bienestar es nuestra responsabilidad y que cada uno debe cuidar de sí mismo. Este punto de vista se basa en que la relación ideal es entre dos personas autosuficientes y que si se desarrolla una fuerte dependencia del compañero, algo anda mal.
Sin embargo, la biología nos enseña algo diferente. Numerosos estudios muestran que una vez que se genera un apego entre dos personas, crean una nueva unidad fisiológica: nuestra pareja regula nuestra presión arterial, el ritmo cardíaco, la respiración y los niveles hormonales en la sangre. Ya no somos entidades completamente separadas: desde el punto de vista biológico, la dependencia no es una elección, sino un hecho concreto. Entonces, ¿cómo podemos esperar mantener un alto grado de independencia cuando nuestra biología básica está tan influenciada por la presencia del otro?
Cuando elegimos una pareja se generan fuerzas poderosas y a menudo incontrolables. Emergen nuevos patrones de comportamiento, sin importar cuán independientes seamos y a pesar de nuestras voluntades conscientes. Dos personas en una relación no pueden poner en duda la existencia de una dependencia mutua.
¿Esto significa que una vez que somos co-dependientes de nuestra pareja, ya no hay espacio para otras relaciones con otras personas, o para una carrera, o para otros aspectos de la vida? En realidad, es todo lo contrario. De hecho, varias investigaciones demuestran que gran parte de nuestra capacidad para actuar en el mundo a menudo se origina en la consciencia de tener a alguien especial que nos respalda.
Es el llamado "paradigma de la dependencia": si quieres convertirte en una persona feliz e independiente, encuentra a la persona adecuada en quien confiar en el camino. Cuando nos sentimos seguros y respaldados, podemos tomar riesgos, ser creativos y perseguir nuestros sueños. Si, por el contrario, tenemos dudas sobre si nuestra pareja confía en nosotros y está disponible cuando la necesitamos, nos resultará mucho más difícil enfocarnos en lo que deseamos en la vida.
Por esta razón, es fundamental encontrar al compañero con el cual crear una dependencia física y emocional que nos permita ser realmente nosotros mismos. Para lograrlo, es importante comprender la diferencia entre los diferentes estilos de apego, es decir, las diferentes formas en que las personas establecen relaciones de dependencia con los demás.