A veces, detrás de una empresa de éxito puede esconderse una idea sencilla, la intuición de que recursos finitos y conceptos frescos tengan el poder de conquistar un gran público. Sobre todo cuando, como es el caso de la marca GURU, este público está compuesto por jóvenes.
Son exactamente los conceptos de sencillez, inmediatez y frescura los que llevan a la creación y al éxito de la marca de moda GURU.
Fundada en 1999 por Matteo Cambi cuando era aún muy joven, la marca caracterizada por el símbolo de la margarita estilizada de seis pétalos, siguió exactamente los preceptos de la sencillez para comunicar y ser accesible a un público variado, con una focalización principal en los jóvenes.
El fundador tuvo esta intuición después de hacer un Master en Comunicación en los Estados Unidos y haber estudiado sobre el terreno algunas marcas de moda estadounidenses, sobre todo Abercrombie, y algunas marcas de éxito italianas como Diesel y Replay. Analizando estas firmas de moda, Cambi se dio cuenta que quería seguir su ejemplo creando una marca que aprovechase las mismas fortalezas y que para hacerlo habían algunos elementos que no podían faltar en el futuro del proyecto:
- un nombre sencillo y fácil de recordar, que se pueda reconocer inmediatamente;
- diseño de las prendas juvenil y fácil de llevar;
- tener en cuenta la comodidad sin olvidarse de las tendencias.
Empezando por estas características, Matteo Cambi y su socio-inicial Gian Maria Montacchini, decidieron crear algo nuevo. The idea final llegó gracias a la marca italiana Pickwick, que Gian Maria ya vendía en sus cinco puntos de venta y que demostraba cómo incluso camisetas sencillas con un dibujito pudieran estar de moda y gustar a un público joven. Fue precisamente reflexionando sobre todos estos elementos, que una noche delante de una pizza, los dos jóvenes emprendedores acabaron diseñando el símbolo a partir del cual todo comenzaría, es decir la margarita estilizada de seis pétalos de la marca GURU. También el nombre seguía las reglas de sencillez que desde el inicio caracterizaron el proyecto y que Cambi había estudiado en otras marcas: GURU era directo, breve y se quedaba en la memoria. El paso sucesivo fue crear una sociedad de responsabilidad limitada al 50% con una inversión de 40 millones de liras, que Cambi obtuvo gracias a la herencia que le dió su padre por sus 18 años. Los dos aún no lo sabían, pero el diseño sencillo y bien reconocible que habían creado se habría convertido en uno de los símbolos de la moda joven italiana, llegando a un éxito inesperado, y acabando por arruinar a uno de ellos.
La creación de la marca GURU demuestra que grandes cosas pueden suceder a partir de un'idea sencilla y al alcance de todos, como una margarita diseñada en un papel delante de una pizza. Claro que el éxito de un proyecto no se debe solamente a esto, y el desarrollo de los sucesos posteriores lo demuestra.