Master. Roger Federer

Cada vez que el autor entrevista a Federer, lo primero que nota de él es su interés por los demás. A menudo le pregunta cómo está, qué le pareció el partido, etc. Esta espontánea curiosidad suya no solo le permite crear relaciones humanas sinceras que hacen que se sienta como en casa en cualquier parte del mundo, sino que también hace que cada entrevista se convierta en una conversación, lo que genera un ambiente de normalidad dentro de lo extraordinario.

El ascenso y la transformación de Federer parecen haber ocurrido de una manera simple y natural, pero, en realidad, fueron el resultado de la voluntad y no del destino. Sin duda, su talento es innato, pero no es lo único que se necesita. Federer siempre planeó todo de manera meticulosa y detallada, ya que entendió perfectamente la importancia de la rutina y la autodisciplina.

En su vida llena de éxitos, también hubo muchos fracasos y momentos de estancamiento. Seguramente, sus derrotas ayudaron a aumentar su popularidad entre la gente común al humanizarlo y convertirlo en alguien con quien identificarse más fácilmente. Por su parte, Federer siempre afrontó las derrotas centrándose en la energía positiva y los planes a largo plazo.

Federer es un ejemplo de combinación entre táctica, talento e instinto natural. Ciertamente, la suerte también jugó su parte, ya que quizás no sería el hombre y el deportista que es hoy si no hubiera conocido a las personas adecuadas, en primer lugar, a su esposa Mirka Vavrinec, quien con su apoyo y ambición siempre lo motivó a ir más allá. Pero, tanto en el tenis como en la vida, el verdadero punto de inflexión llega cuando entendemos qué hacer con la suerte que tenemos y la usamos para crear oportunidades. Esto es lo que Federer siempre ha sido capaz de hacer.