Mating in Captivity

Cuando dos personas se conocen por primera vez y deciden empezar a salir hasta convertirse en pareja experimentan una alternancia de emociones encontradas, lo cual es natural: dos entidades diferentes deciden acercarse hasta convertirse en una. La fusión en la pareja, si bien es deseable, suele llevar a la decepción. 

Todo comienzo, en todas las historias de amor, se define como emocionante. Al intentar acercarse a través de un conocimiento mutuo cada vez mayor, los dos miembros de la pareja comienzan a hacer cosas juntos y a compartir cada minuto disponible, pero a largo plazo esta actitud activa un mecanismo que es nocivo para la pareja. Muchos descubren cuando ya es demasiado tarde y están en crisis que en algún momento de su historia se equivocaron. Por ejemplo, reconocen el error de anularse por el otro o por la pareja, y se sienten desalentados por haber cultivado la frustración a lo largo del tiempo, lo que también da origen a la crisis que están viviendo. 

Si bien cada pareja tiene una historia diferente, existen mecanismos recurrentes a través de los cuales se crea una burbuja de insatisfacción por aquello a lo que renunciamos por amor, y esto repercute en el estado de ánimo y la capacidad de estar juntos.

Por ejemplo, hay parejas que, después de permanecer toda una vida juntos, descubren que no son felices; otras parejas recurren a la traición, y a su vez, otras caen en depresión. 

Lo cierto es que la felicidad de la pareja depende de un conjunto de factores, una mezcla de decisiones y cuidados que pueden regular el equilibrio.