Después de haberlo dejado todo y haber pasado diez años viajando por el mundo alojándose en monasterios para estudiar y practicar la meditación, Andy Puddicombe volvió al Reino Unido y se dio cuenta de que la meditación no se enseñaba correctamente, y por este motivo nadie conseguía beneficiarse de esta práctica, fundamentalmente porque se enseñaba deprisa. Si se quiere obtener lo mejor de esta práctica, es necesario aprender tres cosas: cómo acercarse a la técnica, cómo ponerla en práctica y por último cómo integrarla en la vida de todos los días.
El proyecto Headspace empezó en el año 2010 con el objetivo de presentar la meditación como parte de un sistema de entrenamiento mental basado en estos tres elementos esenciales. La misión de Headspace es ayudar a las personas a vivir bien, haciendo que la meditación sea una herramienta accesible a todos en la cotidianidad. Diez minutos al día son suficientes para aprender a poner en práctica un acercamiento consciente y presente en la vida, permitiendo que la mente tenga su espacio, es decir ese lugar de tranquilidad en el que claridad, concentración y relajación se unen en un solo concepto.
Tener una mente tranquila nos permite ver el mundo de otra manera, y cuando esto sucede, el propio mundo cambia. Esto no quiere decir renunciar a sueños o deseos, ni mucho menos; quiere decir vivir con más comodidad y seguridad, y menos dependientes de factores externos. Aprender a meditar y a practicar el mindfulness tampoco quiere decir cambiar completamente el propio estilo de vida. Lo que se pide es no hacer nada, tarea dura para casi todas las personas que pasan de una distracción a la otra, con la mente funcionando al máximo y llena de pensamientos, con consiguientes bajas capacidades de concentración y relajación. Un estilo de vida mentalmente presente es accesible a todos y no requiere ningún salto mortal; lo que obtenemos a cambio es una mejora de las relaciones, de la empatía, de la capacidad de escucha activa y de la concentración; en pocas palabras, la vida mejora en todos sus aspectos. La meditación ayuda a comprender que las dificultades más grandes no son causadas por lo que sucede fuera, sino por lo que pasa dentro de nuestra mente. Y esto, por suerte, se puede cambiar.
Para obtener el máximo de la práctica de la meditación, es importante que en la vida cotidiana nos esforcemos en comunicar con el prójimo con amabilidad y sensibilidad, a agradecer por lo que tenemos y a ser amables con los demás y con nosotros mismos. Tenemos que desarrollar un enfoque equilibrado de la vida, que nos permita aceptar eventos y situaciones, sin oponernos y sin negar el presente.