El uso del análisis de los sueños en la psicoterapia sigue siendo una cuestión muy debatida. Pero según Jung, es perfectamente válida y justificable desde un punto de vista científico, ya que los sueños representan la expresión directa de la actividad psíquica del inconsciente.
Nadie pone en duda la importancia de la experiencia consciente; entonces, ¿por qué dudar de la validez de los acontecimientos relacionados con la experiencia del inconsciente? Estos también pertenecen a la vida humana, y los sueños son la expresión más clara y específica de esta gran parte de nuestra existencia que vivimos de una manera inconsciente. Pueden representar cualquier cosa: verdades ineludibles, creencias filosóficas, ilusiones, fantasías de cualquier tipo, recuerdos, proyectos, expectativas, experiencias irracionales, incluso visiones telepáticas, y a saber cuántas otras cosas más. El sueño proporciona una imagen verdadera del estado psicológico del sujeto, manifestándose como la expresión de un proceso psíquico involuntario y ajeno al control de la condición consciente. No se deja condicionar por las conjeturas del médico y tampoco por la visión del paciente de cómo debería ser la realidad; simplemente nos dice cómo están las cosas. Por este motivo, Jung considera que los sueños son verdaderos hechos con un valor inestimable en el momento de la diagnosis del trastorno nervioso del paciente.
De hecho, los sueños proporcionan informaciones sobre los secretos de la vida interior, y revelan elementos escondidos de la personalidad del paciente. Mientras permanezcan en la sombra, disturbarán la vida consciente del paciente, revelándose bajo forma de trastornos nerviosos. Esto significa que el paciente podrá curarse de manera eficaz solo si tomamos en consideración su lado inconsciente.
Es poco probable que un único sueño pueda explicarse con seguridad, así que debemos dar poca importancia a su interpretación individual. Podemos estar más seguros de nuestra interpretación solo con una serie de sueños, porque a menudo los sueños sucesivos nos ayudan a corregir los errores cometidos en el análisis de los precedentes; además, seremos más hábiles en reconocer temas y modelos recurrentes en una serie de sueños. De todos modos, el médico tiene que ser consciente de que su capacidad de entender los sueños no es infalible. Esto también debe estar claro para el paciente: si busca un refugio en la excesiva seguridad y profunda capacidad de compresión del médico, el paciente podría perder el sentido de la realidad, y retrasar la curación. La verdad es que tiene una importancia relativa que el médico interprete completamente el significado de los sueños; lo que realmente es importante es que el paciente entienda sus propios sueños y el significado que esconden en relación con su estado consciente y su trastorno nervioso.