Toda mujer vive cada día de su vida con el lastre de las imposiciones sociales. A medida que cambia la cultura, puede cambiar el lastre que se le impone, pero no hay sociedad en la que la mujer sea verdaderamente libre. Sin embargo, hay dos naturalezas dentro de cada individuo femenino: la aparente, es decir, la fachada que una mujer debe mantener para ser aceptada, y otra más profunda. Es lo que la autora llama Mujer Salvaje, el arquetipo de la mujer común a todos los individuos femeninos, que es poderoso y a la vez primordial, y que les lleva a descubrir otro mundo subterráneo, lleno de poder y revelaciones. Todas las mujeres tienen dentro de sí a la Mujer Salvaje, y las que logran entrar en contacto con ella reciben sabiduría, libertad y poder. Sin embargo, liberarse de las restricciones y reglas sociales que quieren que la mujer esté sometida (por decirlo de una manera gentil) es todo un trabajo. De hecho, es un camino de iniciación largo y tortuoso desde la inocencia hasta el conocimiento, el cual se debe activar y luego seguir.
A medida que pasan los siglos, más difícil se vuelve entrar en contacto con la Mujer Salvaje, e incluso a veces se cree que ya no es posible hoy en día. Ciertamente es un camino misterioso y complejo, pero aún podemos encontrar las huellas en él. Son historias muy antiguas que se han transmitido de generación en generación, desde tiempos ancestrales y que aún hoy siguen circulando. Podemos reconocerlas porque suelen ser comunes (con pequeñas variaciones) a muchas culturas diferentes alrededor del mundo. Quizá todos las conocemos porque nos las contaron en la infancia, en una versión más reciente. Algunas de ellas pueden ofrecernos fragmentos de la Mujer Salvaje y mostrarnos el camino del proceso de iniciación para llegar al arquetipo poderoso y sabio que vive en toda mujer.