Solo con una moneda al día podemos hacernos ricos. Aunque parezca una banalidad, es cierto que el ahorro es el primer gran secreto de todos los millonarios.
Hagamos un experimento con un simple cálculo, hipotetizando que ahorramos 1 euro al día durante un año. Sin mucho esfuerzo tendremos 365 euros; si seguimos haciendo este ejercicio cada día durante 10 años, el total será de un poco más de 3.650 euros. El esfuerzo habrá sido mínimo, solo de 1 euro al día. Si en lugar de 1 euro, ahorramos 10 euros al día, en un año llegaremos a los 3.650 euros, y en 10 años tendremos 36.500 euros.
Estos ejercicios son simplemente la base para entender cuán sencillo puede ser acumular una cierta cifra sin demasiados sacrificios.
Claro, para hacernos millonarios no es suficiente con ahorrar 1 euro al día, ni siquiera 10 euros al día, pero el enfoque no cambia y empezar con 1 euro al día es el primer ladrillo para construir unas bases sólidas. De hecho, cada euro es una pequeña semilla.
Ahora bien, si ese euro lo ponemos en el banco, podrá crecer más gracias a los intereses. Con una tasa de interés, siempre hipotética, del 20%, se pueden alcanzar objetivos financieros ambiciosos en tiempos muy breves. Ningún banco ofrecerá intereses tan altos, pero existe un método diferente del depósito bancario para seguir ganando dinero.
Naturalmente esto son solo razonamientos, o ejercitaciones, para entender que lo primero que debemos cambiar es nuestra actitud. Es necesario creer que es posible incrementar las ganancias y esforzarse hasta que esta creencia se haga realidad.
Para lograrlo debemos tener un flujo de ganancias constante y duradero. Según Allen no solo es posible, sino accesible para todas aquellas personas que deseen aprender.
De hecho, la mayoría de las personas es inconstante respecto al ahorro cotidiano, cuando la constancia es más importante que cualquier cifra que hayamos invertido.
Por ejemplo, con un ahorro de 10 euros al día podemos hacernos millonarios en solo 20 años gracias a la diversificación: hay que invertir en fondos de inversión, acciones o en el sector inmobiliario dejando crecer nuestro dinero al ritmo del 20%.
La palabra ahorro va siempre unida a la palabra inversión. De hecho las inversiones hechas a largo plazo pueden ser suficientes porque los riesgos son menores; compra cosas que funcionen, es decir invierte en algo que dé beneficios; cuanto antes empieces a comprar, más te enriquecerás.
Allen dice: “cada vez que ahorras una semillita, amplias tu plantación de bienestar”.