La tarea más importante durante el proceso de ventas es ponerse en contacto con los clientes potenciales para saber si el producto que ofrecemos podrá satisfacer sus necesidades.
Si es algo tan simple, ¿de dónde vienen todas las complicaciones?
En los últimos años, muchos vendedores, que por cuestiones de edad nunca se han visto obligados a tener que ir en busca de nuevos clientes, han comenzado a tener dificultades.
Sabemos que recientemente muchas cosas han cambiado, incluyendo la economía mundial. Los últimos años han sido particularmente difíciles y aún no sabemos cómo resultará la denominada "Gran Recesión". Pero una cosa es cierta: a muchos gerentes de ventas les resulta muy difícil desempeñarse en tareas que nunca antes habían realizado.
El advenimiento de las nuevas tecnologías está haciendo que quienes se sienten parte del movimiento de las "ventas 2.0" crean que los métodos del "estilo tradicional" ya no funcionen en este mundo hiperconectado. Esta falsa creencia está teniendo un fuerte impacto negativo en el resultado de las ventas.
La solución está en aceptar lo bueno de las innovaciones de la tecnología, pero sin dejar de lado lo que funciona de las actividades "tradicionales".
Actualmente, una de las figuras cuya ausencia es muy notoria en las ventas es sin duda el mentor, que se encargaba de realizar su labor sin perder de vista la evolución y el crecimiento de las personas que puso bajo su supervisión y las capacitó directamente, por lo que se convirtieron en sus "protegidas". Antes de que los vendedores se convirtieran en seres mitológicos pegados a sus escritorios e inmersos en la gestión de las relaciones con los clientes, los gerentes de ventas creían que conformar su equipo de ventas formaba parte de sus actividades.