Solo hay 14 montañas de más de 8 000 metros en el planeta. Todas se encuentran en Asia, en dos regiones diferentes: Himalaya y Karakorum. Algunas de estas montañas se encuentran cerca de la frontera entre 2 países, mientras que otras se encuentran en un estado en particular. Por orden de altura, pero no de dificultad de escalada, encontramos al Everest (8 848 m), K2 (8 611 m), Kangchenjunga (8 586 m), Lhotse (8 516 m), Makalu (8 485 m), Cho Oyu (8 188 m), Dhaulagiri (8 167 m), Manaslu (8 163 m), Nanga Parbat (8 126m), Annapurna (8 091 m), Gasherbrum I (8 080 m), Broad Peak (8 051 m), Gasherbrum II (8 035 m) y Shishapangma (8 013 m).
El Cho Oyu es el que se escala más fácilmente técnicamente, el K2 el más duro, el Everest el más concurrido, el Nanga Parbat el más intenso y Annapurna el más mortífero, con una tasa de mortalidad promedio de entre el 30 y el 40 %. En otras palabras, en Annapurna aproximadamente 1 de cada 3 escaladores mueren tratando de llegar a la cima de la montaña o en el camino de regreso. No en vano, el lema del autor es "ascender es opcional, descender es obligatorio", el cual enfatiza la importancia de la seguridad y la responsabilidad en el montañismo, donde todos deben saber que llegar a la cima de una montaña no significa haber tenido éxito en la expedición, ya que la cumbre es solo la mitad del recorrido.
La otra mitad es bajar y regresar sano y salvo a la base. De hecho, la mayoría de las muertes se producen durante el descenso. Ed Viesturs siempre ha hecho de la seguridad su mayor prioridad, incluso si eso implicaba que se tendría que perder la cima de un pico. Siempre ha tratado de tomar decisiones bien pensadas y evaluar cuidadosamente los riesgos para evitar poner en peligro su vida y la de sus compañeros de escalada.
Escalar montañas por encima de los 8 000 metros es un desafío extremo para cualquiera, incluso para los himalayistas. Es un ambiente extremadamente complejo y hostil, en el que las condiciones climáticas pueden cambiar rápidamente y la vida humana constantemente corre peligro. Sin embargo, para muchos montañistas, escalar estos picos es la máxima expresión de desafío y realización personal.
Los himalayistas que escalan montañas por encima de los 8 000 metros deben enfrentar muchos desafíos físicos y mentales. Las altitudes extremas pueden causar problemas de aclimatación y, en consecuencia, provocar mal agudo de montaña, una patología propia de las grandes alturas que puede presentar distintos síntomas: náuseas, vómitos, dolor de cabeza, dificultad o incapacidad para dormir, falta de apetito, deshidratación, cansancio extremo, mareos o debilidad, por mencionar algunos de los más comunes. En los casos más graves, el mal agudo de montaña puede derivar en un edema cerebral o pulmonar, lo que provoca que se acumule líquido en los pulmones o el cerebro y que dichos órganos no funcionen correctamente. Además, las temperaturas extremadamente bajas, los vientos violentos, las avalanchas, las caídas en grietas o los enormes trozos de hielo que se desprenden de las rocas son desafíos adicionales que pueden acabar con la vida.
Por lo tanto, escalar montañas de más de 8 000 metros requiere de una gran preparación física y técnica. Los escaladores deben tener un conocimiento profundo de las técnicas de escalada y el equipo necesario para hacer frente a las condiciones extremas de las grandes alturas. También deben ser capaces de sobrevivir durante días o semanas en un ambiente muy hostil, con escasez de alimentos, agua y oxígeno. Basta con pensar que a los 5 000 metros hay un 50 % menos de oxígeno que sobre el nivel del mar, y por encima de los 8 000 metros el porcentaje desciende al 25 %. En estas condiciones, caminar incluso unos cientos de metros puede llevar muchas horas.
A pesar de los desafíos, los himalayistas sienten una gran satisfacción personal por su actividad. Conquistar una cima tan alta representa una victoria personal y una prueba de habilidad y valor. Además, a menudo estos escaladores están motivados por el deseo de explorar lo desconocido, descubrir lugares nuevos y probar sus límites.