“Content is the King” dicen los ingleses, el contenido es el rey. De hecho así es. Un buen contenido ofrece informaciones, detalles, aclara dudas y brinda respuestas.
Hay muchos tipos de contenido según la función que tienen que llevar a cabo. Pero el denominador común de todos ellos es la calidad.
Es inútil publicar cada día, empleando una enorme cantidad de tiempo y energía, si el contenido no está en línea con un proyecto más amplio, una definición clara del porqué se está publicando ese texto.
Así que, es necesario tener un plan, algo así como un GPS, capaz de guiar al autor antes que al lector. Planificar los contenidos e insertarlos en un calendario editorial facilita la creación de un orden.
Saber que se quiere escribir un texto no es suficiente para llevarlo a cabo. El proceso de escritura se planifica con antelación, y de este modo tendremos una brújula incluso en caso de imprevistos.
Además, una planificación escrita del trabajo a realizar favorece el razonamiento. Garantiza una dirección. Clasificar los temas que se quieren tratar ayuda a focalizar los objetivos y a visualizar toda la comunicación aún antes de empezar. De este modo, se evitan errores banales como por ejemplo perderse por el camino y sobre todo ayuda a permanecer focalizados en el objetivo final. Hoy en día tener un blog es normal. Sin embargo, no todos lo usan de la manera correcta. Puede ser que tu blog sea solamente la expresión de un hobby y que tus publicaciones sean esporádicas, fruto de la inspiración del momento. Puede estar bien.
Pero, si lo que quieres es un blog que te sirva como instrumento estratégico para atraer potenciales clientes, entonces se necesita un trabajo preliminar. Tienes que conocer la razón de existir de tu blog y qué contenidos comunicar a través de él.
La diferencia entre los dos objetivos es enorme y saberlo desde el inicio ayuda a entender de qué parte se quiere estar. Por ejemplo, cuántos blogs hay que hablan de todo, pero sin dar un valor añadido a ninguna de las categorías. Cuanto más específico sea el blog, más capacidad tendrá de atraer personas que busquen ese nivel de detalle.. El objetivo de un blog profesional tendría que ser el de encontrar la demanda de quien busca el producto o servicio que estás ofreciendo. Sólo así te sentirás reconocido como experto en ese ámbito y el blog se convertirá en un activo de tu empresa. Gracias al blog y a través de este puedes mejorar y educar a tus lectores, puedes guiarlos en un rumbo claro hacia la dirección de tu producto o servicio.