Podemos decir que una organización es "exponencial" cuando su impacto es al menos diez veces mayor que el de sus competidores gracias al uso de las nuevas técnicas de organización que aprovechan la tecnología.
Las organizaciones exponenciales se basan en la tecnología de la información, que puede convertir en digital lo que antes era físico y material. Los autores afirman que las organizaciones exponenciales superarán a las lineales porque pueden explotar las externalidades digitales, que son inaccesibles para las empresas de la vieja escuela.
En 1971, la ley de Moore afirmaba que la relación precio/rendimiento de la potencia de cálculo en los circuitos integrados se duplica cada 18 meses. Hoy en día, esta es una verdad establecida y es válida para toda la tecnología informática. Cada vez que se informatiza una industria, la relación precio/rendimiento se duplica en forma anual, aproximadamente.
Las organizaciones exponenciales están revolucionando el mundo de los negocios (y muchos aspectos de nuestra vida en general) con tanta rapidez que pronto las organizaciones lineales serán completamente obsoletas.
Por supuesto, el mundo físico existe, pero la forma en que nos relacionamos con él ha cambiado. A estas alturas, para muchos de nosotros la memoria ya no está en nuestra cabeza, sino en nuestro teléfono inteligente, nuestras relaciones son cada vez más digitales gracias a las redes sociales y la comunicación se realiza con herramientas electrónicas.
Teniendo esto en cuenta, es obvio que tarde o temprano todos los sectores sufrirán una disrupción, es decir, un trastorno que cambiará las reglas vigentes hasta ese momento. Una estructura exponencial ha aprendido a adaptarse a la constante evolución del mundo informático y es capaz de aprovechar esta circunstancia.