No hace falta negarlo. Ser padres es el trabajo más difícil del mundo, y además nos hace tener muchas dudas. Casi todas las madres y padres se preguntan constantemente si están actuando bien y por lo general se sienten abrumados por la culpa. En síntesis, es como si vivieran con incertidumbre y siempre tuvieran miedo de cometer errores y afectar la relación con los hijos. Además, nuestro estilo de vida tampoco ayuda, ya que siempre tenemos muchos compromisos, trabajamos demasiado y pasamos por mucho estrés en el día a día. En resumen, nos sentimos atrapados en nuestra vida y en nuestro rol. Entonces, comencemos con tres indicaciones generales en las que se basa el libro de Laura Markham.
El primer consejo se refiere a la relación con nosotros mismos. A menudo pensamos, equivocadamente, que si nuestros hijos se comportan bien, entonces estaremos mejor, pero es exactamente al revés. Si nosotros, principalmente, nos comportamos bien, entonces ellos se sentirán mejor y estarán más tranquilos. Hay algo que debemos tener en cuenta: no podemos controlar todo lo que hacen nuestros hijos, pero sí lo que hacemos nosotros. Por lo tanto, no debemos enfocarnos en lo que hacen ellos, sino en la forma en que nosotros reaccionamos ante sus acciones. Ese es el quid de la cuestión, por lo que sería prudente que, primero, aprendamos a gestionar nuestras emociones.
En segundo lugar, tenemos que tratar de establecer una conexión profunda con nuestros hijos. Tratemos de ser empáticos y de entenderlos, o estaremos condenados a repetir la frase "¡mi hija no me escucha!", y jamás saldremos de ahí.
El tercer consejo se refiere a la influencia que tenemos en los hijos. No olvidemos que nuestro objetivo es formarlos, no controlarlos, lo cual implica que debemos guiarlos, darles herramientas de comprensión y ser su ejemplo. En cambio, controlar implica que pretendemos que hagan algo de inmediato. Hay una gran diferencia entre estos dos conceptos.
Obviamente, no es fácil seguir estas indicaciones, pero si nos esforzamos y permanecemos abiertos al cambio, entonces podremos lograr grandes objetivos.