De niño, Pharrell Williams creía que la televisión era su mejor amiga, puesto que por las tardes, cuando recién llegaba a su casa de la escuela, sus padres se encontraban trabajando, por lo que la televisión era algo con lo que podía compartir intereses y emociones, especialmente si se trataba de películas, que lograban entrelazar imágenes con la música más hermosa. Él recuerda aquellas tardes en las que seguía el ritmo de lo que escuchaba en televisión golpeando los cucharones de su abuela en el sofá.
En esos momentos, la televisión le enseñó muchas cosas que le parecían de otro mundo. Todo lo que necesitaba era su curiosidad, la atracción por esas cosas bidimensionales, pero mágicas, el amor por la música, los colores y las formas que veía en su interior cada vez que escuchaba esa música.
Hablando con sus amigos de la escuela se dio cuenta de que, así como las figuras que veía en la pantalla le parecían diferentes a todo, él también era diferente a sus compañeros. No todos eran capaces de producir imágenes y colores en su mente mientras escuchaban música. Finalmente, encontró amigos con los que podía compartir esta pasión, y junto con ellos creó su primera banda con la que comenzó a hacer música. Luego, la banda fue descubierta en un concurso de talentos, y a partir de ahí todo comenzó.
Cada día, su música llegaba a más y más personas, y un Pharrell Williams adolescente entendió que esas figuras bidimensionales que siempre había visto en televisión no eran fruto de la magia, como él creía de niño. Realmente existían, eran tridimensionales, y a él se le estaba dando la posibilidad de conocerlos de cerca. Al hacer música, comenzó a sentirse verdaderamente vivo y a comprender el sentido de su existencia. La música le ayudó a entender cómo satisfacer su ávida curiosidad.
Todo el trabajo que le tomó escribir y producir las canciones de N*E*R*D se vio recompensado en los conciertos en vivo. Una dimensión propia y surrealista, y una experiencia en la que Pharrell Williams al principio no podía creer que tanta gente estuviera ahí para escucharlos a ellos. Componer música y luego tocarla en vivo son dos cosas completamente diferentes. La presentación en vivo tiene que ver con el momento y la interacción única y satisfactoria con los fanáticos.