Jay Shetty era un chico como muchos otros de su edad. Después de graduarse en Economía en la Cass Business Schoolde Londres, Shetty empezó a trabajar, pero sin mucho entusiasmo. Una tarde acompañó a un amigo a una conferencia. Fue sin mucho entusiasmo, esperando poder salir a divertirse al terminar la conferencia pero al final quien cambió definitivamente después de esa participación fue precisamente él. Cautivado por las palabras de un monje, se dio cuenta de la necesidad de “investigar la profundidad de la llamada interior”.
Así que decidió viajar a India para acudir a un áshram y convertirse en monje.
Allí aprendió que “escuchar a nuestra parte más profunda, la que a menudo ignoramos, es el primer paso para conseguir aceptar quienes somos realmente”, sobre todo porque es la única que puede darnos realmente acceso a la verdadera felicidad.
Allí también entendió que ser monje es más que nada un estado de ánimo, de ahí la expresión "piensa como un monje”. Es por esta razón que decidió dejar el áshram para volver al mundo y explicar su experiencia.
Lo que transmite a sus alumnos y lectores es precisamente la consciencia de que la sabiduría que los monjes enseñan siempre es accesible, basta saberla recuperar en el momento adecuado para responder a las muchas preguntas que la vida nos presenta.
Shetty enseña que existen tres fases para aprender a tener la mentalidad del monje.
Dejar ir, alejando las influencias que vienen del exterior. Luego crecer o evolucionar, siendo capaces de tomar decisiones con intención, determinación y seguridad. Finalmente la tercera fase consiste en dar hacia el exterior, a través de la expresión de gratitud y abriéndonos a los demás.
La meditación reúne todas estas fases de aprendizaje. La meditación es una práctica que debemos cultivar con la ejercitación. Sirve para ir en profundidad, eliminar lo superfluo y escuchar nuestra voz interior.