Rafael Nadal, mejor conocido como Rafa, nació en Manacor, en la isla de Mallorca, en el seno de una familia muy unida. Varios miembros de su familia son o han sido deportistas. Su tío es el exfutbolista Miguel Angel Nadal, defensa del Mallorca, el Barcelona y la selección española.
Nadal creció en un contexto deportivo y a los cuatro años empezó a jugar al tenis. Le hubiera gustado jugar al fútbol como su tío, pero demostró tener más talento en el tenis y por ello continuó jugando bajo la valiosa y cuidadosa supervisión de su tío Tony.
Al menos la mitad del éxito de Nadal se lo debe a su tío Tony, ya que él es quien lo forjó como un campeón, una máquina de guerra entrenada para ganar. Nadal era un niño tímido y dócil que seguía los consejos y hacía lo que le pedían. No era un rebelde por naturaleza y quizás por eso era un niño que sabía escuchar, dejándose guiar por su tío Tony.
Quemando todas las etapas, se convirtió en el mejor tenista de todos los tiempos. Empezó a recopilar elogios en 1994, cuando a los 8 años ganó el campeonato de las Baleares para menores de 12 años. En 1997 volvió a ganar el campeonato de España en la categoría sub-12 y luego en el 2000 en la sub-14. La escalada de éxitos continúa ya que en 2002 ganó en el circuito de la Association Tennis Professional; luego en 2004 ganó la Copa Davis como representante de España.
Cuando ganó su primer Open en 2005, Nadal tenía 19 años. Volvió a ganar en 2006, 2007 y en 2008 salió victorioso en el famoso partido en Wimbledon contra otro campeón indiscutible, Federer. En este año, Nadal se consagró como el mejor tenista del mundo, ganando la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 y continuó consolidándose como ganador en los Open de 2009, 2010 y 2011. Nadal, además de ser un campeón, tenía los buenos modales de un joven bien educado. Un ejemplo positivo, ya que resultó ser un atleta capaz de entregarse totalmente con disciplina férrea, convirtiéndose en fuente de inspiración para muchos jóvenes.