Respira

Respirar es un proceso más complejo del simple inspirar y expirar. Es un acto del que no solo depende nuestra vida, sino su duración y su calidad. Mónacos tibetanos, místicos hindúes, médicos chinos y sabios de las poblaciones más antiguas que han habitado el planeta, entendieron que respirar correctamente quiere decir vivir con salud y durante más tiempo. En el Tao hay siete libros dedicados a la respiración y su poder de sanación, pero también a su peligrosidad; para los hindúes la respiración y el espíritu son una sola cosa; los budistas utilizan la respiración para acceder a niveles de consciencia cada vez mayores; algunas tribus de indios americanos enseñaban a sus hijos cómo respirar para ser más fuertes.

Pero hoy, después de miles de años de evolución, precisamente cuando la tecnología y la medicina han dado pasos de gigante, tenemos que hacer las cuentas con un hecho real: el ser humano es el animal que peor respira, y esto tiene repercusiones graves en su estado de salud. Millones de personas en todo el mundo, sobre todo en los países más ricos, sufren sinusitis crónicas, obstrucción de las vías aéreas, asma y apneas nocturnas. Y los problemas derivados de una respiración incorrecta son muchos otros, desde la presión alta y el sobrepeso, a las enfermedades autoinmunes y los trastornos de la concentración. 

La clave para vivir mejor es aprender de nuevo a respirar, según las enseñanzas de las poblaciones que vivieron hace cientos o miles de años.