Running Lean

A todos nosotros se nos ocurren ideas, a menudo sucede cuando menos lo esperamos. El método Lean Startup (startup ágil) ayuda a sostener estas ideas con hechos y no con las esperanzas: tenemos que estar preparados para poner a prueba nuestras ideas, porque tal y como están podrían no funcionar.

Una startup no tiene por qué tener un plan perfecto desde el inicio, pero tiene que seguir un proceso sistemático que permita, con iteraciones, pasar de un plan inicial (imperfecto) a un plan final (que funcione), sin agotar todos los recursos de los que se dispone. Para llegar a todo esto, tenemos que construir un sistema de retroalimentación continua con el cliente para poder crear un producto que la gente quiera comprar.

El método lean nos enseña la planificación ágil y tiene las siguientes tres características: rapidez, aprendizaje y concentración. Se pone a prueba una idea analizando el comportamiento de la clientela y al mismo tiempo se validan el producto y el mercado utilizando un procedimiento bien preciso.

Como punto de inicio, hay que identificar un problema que valga la pena resolver y así encontrar nuestros primeros clientes. Para empezar a trazar nuestra idea de negocio es fundamental tener a disposición un plan empresarial que sea ágil y flexible, que se pueda modificar durante la marcha y que permita resaltar fácilmente los riesgos y los puntos críticos.