¿Por qué una relación que nos hizo felices, cuando termina, puede hacernos sentir que no vale la pena vivir la vida? ¿Por qué sentimos tanto dolor ante la pérdida de un ser querido? ¿Es posible que nuestra respuesta a los sentimientos y emociones sea un defecto de diseño de nuestra arquitectura neurológica? Todo lo contrario. Esta reacción está lejos de ser un accidente. De hecho, es de suma importancia para nuestra propia supervivencia. Nuestros cerebros han evolucionado para responder a las amenazas a nuestras conexiones sociales activando los mismos circuitos neuronales que nos hacen sentir dolor físico. La experiencia del dolor social ha ayudado a la humanidad a asegurar la supervivencia de la especie.
La conexión neuronal entre el dolor social y el dolor físico garantiza que permanecer conectados socialmente siga siendo una necesidad de por vida, al igual que la necesidad de comida y calor. Es un concepto poco difundido, pero que debe ser adoptado. Si nuestros cerebros procesan el dolor social y físico de manera similar, como muestran los estudios realizados con la ayuda de la resonancia magnética funcional, ¿por qué deberíamos diferenciarlos? No esperamos que alguien con una quebradura en una pierna simplemente "lo supere", pero cuando se trata del sufrimiento de la pérdida social, esa es la expectativa común.
Una segunda prueba de que el dolor social es real es la angustia generada por la separación que muestran los mamíferos pequeños cuando se separan de sus cuidadores.
La separación también genera una mayor producción de cortisol (una hormona del estrés) y déficits sociales y cognitivos a largo plazo. Los niños menores de cinco años que están separados de sus padres por estadías prolongadas en el hospital, a largo plazo pueden desarrollar déficits de comportamiento y alfabetización. Aquellos que pierden a uno de los padres muestran respuestas elevadas de cortisol incluso una década después. Estos estresores de la primera infancia también pueden provocar alteraciones cerebrales en una región clave, relacionada con la autorregulación en contextos sociales.