Entre dinero y riqueza hay una diferencia sustancial. El dinero, de hecho, es una especie de crédito que la sociedad tiene con quien usa una parte del propio tiempo para hacer algo útil. El dinero implica un intercambio: se le da a alguien que sacrifica su tiempo para producir algo en primera persona. La riqueza, en cambio, consiste en poseer una serie de negocios y capitales capaces de producir dinero mientras nos dedicamos a otras cosas. Por ejemplo, trabajar en un restaurante produce dinero; poseer una fábrica o poner en alquiler una casa es una forma de riqueza. Actualmente, la tecnología es el medio más utilizado para alcanzar la riqueza: tomando provecho de ésta se puede producir algo útil para la sociedad que pueda ir adelante sin una supervisión directa de quien la ha creado.
Alcanzar la riqueza no depende solo del duro trabajo, sino también de saber qué estamos haciendo, con quién y cuándo. El trabajar duro es imprescindible pero el esfuerzo tiene que ir en la dirección correcta: por este motivo, decidir dónde queremos llegar y qué queremos obtener en la vida es el primer paso en el que vale la pena concentrarnos. Tenemos que saber que podemos tardar un poco de tiempo para entender cuál es nuestro objetivo en la vida —que no es más que el medio para ganarse la vida con satisfacción. La primera pregunta a la que debemos responder es si lo que queremos lograr es algo en lo que creemos realmente y que exalta nuestras capacidades o si es solo un deseo externo e incierto. Otra elección sobre la que vale la pena reflexionar es decidir en qué ciudad queremos vivir, porque las oportunidades dependen del lugar en el que vivimos.
Después de haber entendido qué es lo que queremos hacer y las personas adecuadas con quienes hacerlo, llega el momento de invertir tiempo, dinero, y energía para lograr el objetivo que nos hemos fijado, sabiendo que podemos tardar años en ver los primeros resultados. Todo forma parte del juego: lo más importante es no ceder y permanecer fieles a nosotros mismos porque a largo plazo “cosecharemos lo que sembramos”.