Este libro nació de una experiencia de viaje muy intensa que vivió la autora. En 2018, a Franziska Iseli se le ocurrió la idea de dejar Suiza, su tierra natal, para viajar a Asia en motocicleta. Su intención era recorrer la antigua Ruta de la Seda, es decir, la ruta comercial de ocho mil kilómetros que en el pasado unía el imperio chino con el romano. Un proyecto ciertamente ambicioso y lleno de obstáculos, ya que, además de las grandes distancias, la autora tuvo que afrontar dificultades relacionadas con las condiciones climáticas, el mantenimiento de la motocicleta y las rutas accidentadas y peligrosas. En definitiva, había muchas razones para tener miedo y oponer resistencia. Sin embargo, Iseli emprendió su viaje y lo concluyó muy satisfactoriamente. ¿Qué fue lo que la impulsó a dar este paso tan importante? Sin duda, el coraje, cualidad que la autora tuvo que cultivar y sobre la que trabajó con constancia y fuerza de voluntad. En efecto, el coraje no es una virtud que se obtenga gracias a una fórmula mágica ni una cualidad que algunas personas tienen y otras no, sino todo lo contrario. Es una habilidad que se construye a través de experiencias y un profundo trabajo sobre uno mismo. Un trabajo que no siempre es agradable, ya que cuando abordamos el concepto de audacia, también debemos lidiar con el de miedo. A menudo estas dos emociones se entrelazan, lo cual es normal, como también lo es el hecho de que aquello que va más allá de nuestra rutina puede parecer fascinante y al mismo tiempo hostil y aterrador. Según Iseli, no debemos desterrar estos miedos y pretender que no existen, al contrario. Debemos aceptarlos y actuar con valentía, a pesar de que los temores intenten contenernos. Entonces, debemos seguir adelante con nuestros proyectos, sin olvidar que el miedo siempre estará presente en el camino, de alguna manera.