Las estadísticas pueden demostrar cualquier cosa, ya sea verdadera o falsa: por eso mucha gente no se fía. De hecho, en 1954 se publicó un libro titulado How to Lie with Statistics, en el que el periodista estadounidense Darrell Huff proporciona una serie de ejemplos para demostrar que los datos presentados pueden ser falsos o distorsionados, y por lo tanto advertir a los lectores de ciertos trucos que se utilizan, incluso a nivel comercial. Sin embargo, los números representan una realidad objetiva que puede y debe ser confiable, siempre que sepamos cómo leerlos y qué preguntas hacer antes de interpretarlos. Por esta razón, Tim Harford ha elaborado una lista de diez reglas que pueden ayudarnos a darles un significado a las estadísticas y utilizarlas para comprender mejor el mundo en el que vivimos. Estos principios son: analizar los sentimientos, evaluar las experiencias personales, evitar la enumeración prematura, dar un paso atrás y disfrutar de la vista, buscar antecedentes, preguntar quién falta, pedir transparencia cuando la computadora la niega, no dar por sentado los fundamentos de las estadísticas, recordar que la desinformación también puede ser hermosa y mantener la mente abierta.
Aplicando estos principios, podremos ser más conscientes de la información con la que entramos en contacto diariamente, aprender a distinguir entre las que son fiables y las que no, y abrir los ojos a una visión más completa y veraz.