Las primeras innovaciones de la Revolución Industrial —la energía hidráulica y la máquina de vapor— forzaron la construcción de fábricas en lugares específicos y de acuerdo con proyectos precisos. Con la llegada de la electricidad, a finales del siglo XIX, estos obstáculos fueron superados.
Hoy podríamos decir que los grandes emprendedores digitales, como Google y Amazon, son las compañías eléctricas de principios del siglo XX, y que las empresas que han sido capaces de explotar el potencial de estos gigantes, reorganizándose y evolucionando, han alcanzado el éxito. ¿Cómo lo hicieron?
La transformación digital ha alterado los cinco puntos fundamentales de cada negocio: la relación con los clientes, la competencia entre empresas, la recopilación y el uso de los datos, la capacidad de innovación y el valor dado a los productos.
En primer lugar, la participación activa de los consumidores con sus comentarios tiene una influencia mucho más profunda que la de los anuncios y se ha convertido en un factor determinante para el éxito, junto con un uso inteligente de la multitud de datos a los que ahora se puede acceder fácilmente. Como empresarios, tenemos que jugar con anticipación, sabiendo que las preferencias de los clientes cambian rápidamente y que nuestros competidores siempre están buscando una oportunidad para surgir. El problema hoy en día es que todas las empresas son potencialmente rivales, incluso las que tradicionalmente están vinculadas a diferentes sectores: a menudo hay redes comerciales más amplias que deben tenerse en cuenta.
Además, si bien la innovación ha sido tradicionalmente muy costosa, hoy en día las tecnologías digitales permiten realizar pruebas continuas, prácticamente en tiempo real, y los nuevos productos se comercializan a una velocidad nunca antes vista.