Actualmente, estamos en medio de una crisis. El mundo de hoy es muy diferente de lo que era hace unas pocas décadas: hay menos especies de vida silvestre, las estaciones son más cálidas y los bosques están ardiendo en todas partes. El planeta Tierra se está calentando, y nos estamos acercando al punto de inflexión. En este contexto, los próximos diez años serán cruciales para salvar a la humanidad de los peores efectos del colapso climático. Para mantenernos dentro de niveles razonablemente seguros, para 2030 tendremos que reducir a la mitad nuestras emisiones actuales, y para 2050 tendremos que llegar a cero emisiones, lo que significa no liberar más gases de efecto invernadero a la atmósfera de los que la Tierra pueda absorber.
Como humanidad, tenemos dos opciones: hacer algo o no hacer nada. Cualquiera que sea el camino que tomemos, nuestras acciones tendrán un impacto en nosotros y en las generaciones futuras. Dependiendo de lo que decidamos hacer, nos encontraremos ante dos mundos posibles. En el primer escenario, si no se cumplen los objetivos de reducción de emisiones para el año 2050, tendremos un mundo de crisis y conflictos, inundaciones y desastres. El planeta va camino a alcanzar un calentamiento de 3 grados para el año 2100, y como resultado, la Tierra se volverá inhabitable y muy contaminada. Ciudades como París alcanzarán temperaturas de 44 grados centígrados de forma regular, mientras que en India las temperaturas alcanzarán los 60 grados. Esto provocará el derretimiento de los casquetes polares del Ártico, por lo que el nivel del mar aumentará e incluso provocará grandes inundaciones, que devastarán las ciudades costeras de todo el mundo; a su vez, las olas de calor crearán desiertos en áreas que alguna vez fueron exuberantes, y muchos lugares ya no podrán albergar ninguna forma de vida. Los fenómenos meteorológicos extremos como huracanes y tormentas tropicales serán más comunes que nunca, y darán paso a una crisis masiva de refugiados.
En cambio, el segundo escenario, el "mundo que debemos crear", es el resultado de una cooperación global multilateral, que para 2050 habrá limitado con éxito el aumento de las temperaturas globales en más de 1,5 grados centígrados. En este mundo, la calidad del aire de las ciudades será mejor que la de los niveles anteriores a la revolución industrial, la inteligencia artificial apagará todas las máquinas cuando estas no estén en uso y la mayor accesibilidad a los recursos renovables permitirá que poblaciones enteras tengan saneamiento, educación y salud. En este futuro, seguro y habitable para todos, la humanidad habrá reinventado los modelos económicos para que sean circulares y apoyen el bienestar colectivo. Para crear este mundo, debemos actuar ahora, o inevitablemente terminaremos con un planeta inhabitable.